Esa fue la sugerencia del doctor José Antonio Guevara García, durante la charla “Situación actual de las pilas en México: prevención de la contaminación hoy o descontaminación masiva a futuro”, que ofreció este viernes en la Unidad Cuajimalpa, sede Artificios, en el marco del ciclo Seminarios Divisionales 2011, organizado por la División de Ciencias Naturales e Ingeniería.
El miembro del Laboratorio de Investigación en Bioinorgánica y Biorremediación de la Facultad de Ciencias Básicas, Tecnología e Ingeniería de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, ofreció un panorama general de la situación de las pilas en México y el mundo.
En principio, consideró oportuno manejar un significado general del concepto pila: sistema de energía que permite obtener energía eléctrica a partir de una reacción llamada oxido-reducción.
Asimismo, resaltó los principales problemas de salud que los residuos de las pilas generan en los seres humanos, tales como daños en el cerebro, riñones y fetos en desarrollo, daños en sistema nervioso y sistema reproductivo, parálisis estomacal, anemia y cambios en los niveles de colesterol, etcétera.

Por lo que se refiere a datos a nivel internacional el ponente, quien posee una mención honorífica por la Academia Mexicana de Química Inorgánica, dijo que desde 1993 la Comunidad Europea prohibió las pilas alcalinas con Hg y desde 2000 prohibió las ventas depilas alcalinas con Hg.
Sobre México, dio cifras reveladoras obtenidas de estudios del Instituto Nacional de Ecología. Se dice que el consumo de pilas en nuestro país se incrementó 13 veces para el periodo 1996-2007, ya que pasó de 2 mil 500 a 32 mil 900
toneladas. En términos de consumo per cápita, pasa de 5.2 pilas por habitante en 1996 a 12.6 pilas por habitante en 2002.
De acuerdo a la Asociación Mexicana de Pilas A.C. (AMEXPILAS), el mercado mexicano de pilas para el 2004 fue de 228 millones de pilas, lo que representó 1 mil 980 millones de pesos. Además, de los 600 millones de pilas y baterías comercializadas de manera directa en México anualmente 200 millones (33.3%) corresponden a pilas ilegales. Sobre este punto, el químico industrial consideró oportuno recordar que en nuestro país ya no hay fabricación de pilas.
Más datos surgieron de su ponencia. En los últimos 7 años en México se han desechado 35 mil 500 toneladas de pilas y baterías. En tanto que en 43 años (1960-2003) se han liberado en México 635 mil toneladas de pilas según el Instituto Nacional de Ecología y el 30% (190 mil toneladas) corresponden a sustancias tóxicas.
El integrante del Comité Académico del Examen General para el Egreso de la Licenciatura en Química del CENEVAL, se refirió a la parte legislativa, mencionando que un primer antecedente en nuestro país se registró en 1988 con una ley de Normatividad y Residuos, pero sólo hablaba de la pilas de manera general.
Mencionó que en la actualidad hay un proyecto de norma mexicana impulsada desde 2006 pero que maneja tolerancias bastante holgadas, es decir, que no contribuyen a la solución de este problema. Al respecto dijo: “En México no existe una restricción alguna a la importación y a la comercialización de pilas. Se carece por ejemplo de una regulación que limite el contenido de mercurio y cadmio”.
Frente a ese panorama, el especialista en Química Bioinorgánica, Biorremediación, Materiales de Alta Tecnología y Energías Alternativas a partir del reciclado integral de pilas y baterías, obtención de hidrógeno vía biológica, y plásticos biodegradables a partir de fuentes de carbohidratos y proteínas de desecho, hace algunas recomendaciones:
“Hacer una evaluación seria de estos residuos, evaluar costos de manejo industrial y de salud, emprender más estudios de riesgos toxicológicos porque no son suficientes los existentes, adaptar un régimen como el de la Unión Europea donde todos sean corresponsables de este problema”.
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