Este reportero publicó, recientemente, que Octavio Aburto, biólogo
del Scripps Institution of Oceanography de los Estados Unidos, había informado
que el pasado viernes 14 de marzo en la Secretaría del Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat) se presentó el proyecto Manifestación de Impacto
Ambiental (MIA) por parte de inversionistas asiáticos en terrenos de Cabo
Pulmo, donde la administración federal anterior desechó, tras fuertes
discusiones, el proyecto turístico Cabo Cortés, por afectar una zona natural
con concentraciones de biodiversidad única en México.
Hoy es una realidad esta información que ha comenzado a circular
en diversos medios informativos la cual menciona que este nuevo proyecto
turístico abarca 22 mil 500 cuartos colindante a la reserva de Cabo Pulmo y es
el tercer proyecto recreativo y urbano, planeado en el mismo lugar de Cabo
Cortés.
De acuerdo a la organización civil Costa Salvaje, este proyecto,
titulado “Cabo Dorado”, será una ciudad de 150 mil habitantes que amenazará de
muerte al arrecife local.
Fuentes cercanas a este plan sostienen que empresarios orientales
busca erigir un megaproyecto turístico en Cabo Pulmo. En entrevista con este reportero, el subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la
Semarnat, Rafael Pacchiano Alamán, certificó la entrega del documento de MIA a
la Semarnat.
Dijo que esta MIA está siendo revisada y en 60 días, como marca la
ley, Semarnat se pronunciará al respecto, con la salvedad que dicho periodo se
extienda otro lapso igual. “Esta MIA (Cabo Pulmo) ya está ingresada y estamos
analizando y seremos muy escrupulosos que se cumpla la ley en su revisión”,
dijo, y señaló que este proyecto, como en otros que se analizan, lo esencial es
que se cumpla la ley.
Aburto comentó que una comunidad de 24 científicos de México y
Estados Unidos redactaron una carta dirigida a las autoridades mexicanas para
que en este caso se haga un estudio adecuado y exhaustivo y no se permita que
se afecte al ecosistema.
Dijo que el turismo ambiental y sus variantes es uno de los que
más derrama per cápita presenta y que, en la actualidad, las comunidades de
Cabo Pulmo obtienen grandes derramas económicas por ese tipo de actividades que
se basan en aspectos ambientales y, por ende, se si trata de explorar proyecto,
es una situación en la cual nadie lo pondría a discusión.
Pero, enfatizó, deben ponerse en la mesa de análisis proyectos
turísticos que al paso de los años han demostrado mala planeación como Acapulco
y Cancún, donde ya ni la playa es visible y han afectado a infinidad de especies
de flora y fauna regionales.
Según Costa Salvaje, Cabo Dorado presentó ante la Semarnat su
Manifestación de Impacto Ambiental con la idea de construir en los terrenos de
lo que fuera en su momento el proyecto Cabo Cortés, un plan de 22 mil 500
cuartos entre 9 hoteles y residencias condominios, dos campos de golf
profesionales y uno de práctica. Además, planean extraer hasta 4.8 millones de
metros cúbicos de agua del acuífero Santiago, que es uno de los recursos más
limitados en la región.
La MIA de Cabo Dorado la promueve la empresa La Rivera Desarrollos
BCS. Los inversionistas principales son la empresa china Beijing Sansong
International Trade Group y la estadounidense Glorious Earth Group, quienes
aseguran que el nuevo magadesarrollo se construirá en cinco fases bajo una
premisa de sustentabilidad.
En este caso, Cabo Dorado no propone construir una marina ni una
desaladora, sin embargo, los campos de golf ponen en riesgo los corales de Cabo
Pulmo, por el uso de pesticidas y fertilizantes, sin contar la gran demanda de
agua dulce que requiere el mantenimiento de un campo de golf.
Al respecto, Eduardo Nájera Hillman, director de Costa Salvaje,
dijo que “aún cuando ni los químicos, ni el agua de riego sean vertidos
directamente al mar, cuando llueve todos los químicos almacenados en el suelo
(sedimentos) se arrastran al mar. Se ha demostrado que algunos de estos
químicos (organofosforados, como el paratión y malatión), ampliamente usados en
campos de golf, jardines y agricultura, son tóxicos para las especies de coral
del género Pocillopora, existentes en Cabo Pulmo.
El conjunto contempla construir residencias para visitantes
temporales y residentes. El pueblo de apoyo tendría opción para 10 mil
trabajadores y sus familias, incluida la posibilidad de escuelas, centros de
esparcimiento y de salud y zonas comerciales.
Judith Castro, presidenta de la agrupación Amigos de Cabo Pulmo,
quien reside aquí, señaló que la visión de Cabo Dorado es construir una ciudad
turística a 15 km del pueblo de Cabo Pulmo (7.5 km del arrecife), edificar un
Centro de Interpretación e Investigación en Ciencia y Tecnología del Golfo de
California, un Centro Educacional y Campus Estudiantil, uno más de Promoción
del Comercio e Inversión y otro Deportivo de Alto Rendimiento.
“Cada trabajador trae consigo de 5 a 8 personas más. Se trata de
una ciudad que tendría, por lo menos, 150 mil habitantes frente al arrecife.
Hay que pensar en la cantidad de agua dulce que se necesitará para abastecer a
tanta gente, drenaje, basura, servicios, etc.”, agrega Castro, quien puso en
duda la sustentabilidad de este nuevo proyecto.
CRECIMIENTO SOCIAL Y HUMANO, PERO SOSTENIBLE
Isabel Studer, directora del Instituto Global para la
Sostenibilidad de la EGADE, dijo a este reportero que la sostenibilidad tiene
tres pilares: social, económico y ambiental, y calificó de muy difícil sostener
este equilibrio, pero debe entenderse que no se trata que todas las zonas
naturales se desvinculen de una actividad social, pues muchas regiones en
México requieren del desarrollo humano, empleos y conexión adecuada con respeto
a los ecosistemas.
Añadió que “lo importante es que la actividad económica –como
sería Cabo Dorado-, no se instale en detrimento de lo social y ambiental, ya
que es importante encontrar el equilibrio entre estos aspectos base de la
sostenibilidad y que los recursos naturales se usen de forma sustentable para
que las comunidades locales tengan desarrollo y que los recursos económicos no
se queden en los inversionistas, que deben tener ganancias, (pero) no debe ser
a base de perjudicar la sostenibilidad”.
PROYECTO ANTERIOR CANCELADO
En 2012, un proyecto similar en Cabo Cortés fue cancelado por el
expresidente Felipe Calderón cuando se declaró que la reserva marina de Cabo
Pulmo fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, humedal
de importancia internacional bajo la Convención Ramsar y catalogada como la
reserva marina más productiva del mundo. Aunque se manejó en diversos espacios
informativos y sociales que la realidad de dicha cancelación fue la crisis de
bancos españoles que provocaron que se cayera la negociación del proyecto y
México para salir al paso argumentó dicha designación ecológica para
desecharlo.
En comunicado de prensa, la Asociación Interamericana para la
Defensa del Ambiente (AIDA) informó que si el Estado mexicano autoriza la
construcción y operación del proyecto Cabo Dorado estaría incumpliendo con sus
compromisos internacionales de protección de humedales, conforme a la
Convención de Ramsar.
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