El Diablotín, es
una de las aves marinas más
amenazadas del Atlántico Norte que
ahora está siendo rastreada por satélite y que busca ayudar en su
conservación, al ser un ave que se encunetra en peligro de extinción; esta
actividad busca ayudar a comprender mejor los movimientos y las
amenazas que enfrenta en el mar
esta especie.
Este
proyecto es liderado por la Unidad de Investigación Cooperativa
en Pesca y Vida Silvestre del Servicio Geológico de Carolina del Sur de los
EE.UU. en la Universidad de Clemson, Grupo Jaragua en la República Dominicana y
American Bird Conservancy.
Cabe
mencionar que los diablotines son aves marinas completamente oceánicas
de tamaño medio
que vienen a tierra sólo para reproducirse. Actualmente sólo hay 13 colonias conocidas de anidación, todas ubicadas en zonas
remotas de Haití y la República Dominicana, con un estimado de 600 a 2,000
parejas reproductoras. Su área de distribución no reproductiva conocida
actualmente incluye la costa de Estados
Unidos.
Su nombre "diablotín " se debe a sus
hábitos nocturnos, que incluyen sus llamados raros y misteriosos así como
sus sonidos aflautados durante sus vuelos nocturnos, aparentemente creados por
viento al cortar sus alas.
Para
su monitoreo se han colocado transmisores de satélite a tres
aves que permitirán seguir sus ubicaciones
diarias y viajes de alimentación durante los próximos meses y que producirán datos de localización de mayor resolución que, a pesar de las muy
pequeñas cantidades de individuos seguidos, puede proporcionar información muy
valiosa para orientar el diseño de los futuros esfuerzos de seguimiento.
Al
respecto, Patrick Jodice la Unidad de Investigación Cooperativa
de Pesca y Vida Silvestre del USGS en la Universidad de Clemson, dijo que "este es
un esfuerzo pionero para esta especie que producirá una información única sobre
las rutas de viaje de los diablotines y sus lugares de forrajeo durante su reproducción, la frecuencia con que
alimentan a sus pichones en el transcurso de la temporada, y esperamos, su
dispersión una vez termine su crianza".
Las tres aves marcadas son miembros de parejas establecidas
que están criando pichones esta temporada en nidos en forma de túneles
excavados en lo alto de la Sierra de Bahoruco en la frontera entre la República
Dominicana y Haití. Una vez que se colocamos los transmisores, las aves fueron
devueltas a sus nidos.
“Ya estamos viendo datos únicos, en tiempo real, que se aportan mucho a
la comprensión de la ecología de esta especie. Estamos documentando vuelos de
24 horas de 400 a 500 millas por estas aves para buscar alimento en el sur del
Mar Caribe sur, algo inesperado “, dijo Jodice.
Gran parte de la pérdida de
hábitat proviene de la desesperada situación que enfrentan las comunidades en
el lado haitiano de la frontera, las cuales dependen de la tierra para la
agricultura y necesitan leña para cocinar. Como resultado, el hábitat de
anidación que queda para el diablotín se está convirtiendo rápidamente en áreas
deforestadas y degradadas.
"La isla de La Española alberga la última
población conocida de anidación de esta especie, por lo que es crucial que no
sólo protejamos estos sitios de anidación identificados, sino localicemos áreas
de anidación adicionales que deberían protegerse. Aunque es bien conocida la
visita de los diablotines a las aguas costeras del este de los EE.UU., existe
muy poca información sobre dónde buscan alimento y acerca de sus movimientos en
el mar dentro y fuera de la temporada de reproducción”, dijo Holly Freifeld ,
director del Programa de Aves Marinas de ABC. (http://www.fws.gov/birds/waterbirds/petrel/) .
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