Investigadores
de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) realizaron
un estudio con el objetivo de caracterizar cuantitativamente los principales factores
de riesgo cardiovascular y determinar su relación con el sobrepeso y la
obesidad abdominal.
Gloria
Ruiz Guzmán, investigadora del Laboratorio de Investigación Clínico-Epidemiológica,
expuso en entrevista que las enfermedades crónico-degenerativas son las
principales causas de mortalidad en México, ubicándose en primer lugar la
diabetes mellitus, en segundo las enfermedades isquémicas del corazón, en
tercero las cerebrovasculares, y en cuarto las crónicas del hígado. “Todas
estos padecimientos, dijo, están muy relacionadas con la obesidad y con el
síndrome metabólico”.
Informó
que en México cerca de 60 por ciento de los jóvenes entre 18 y 49 años presenta
sobrepeso u obesidad y se ha visto que la edad de inicio es cada vez más
temprana, por lo que consideró importante evaluar poblaciones, con el fin de
tomar medidas preventivas, así como entender los factores “que inclinan la
balanza hacia un futuro enfermo”.
En
comunicado de prensa, la UAM detalló que el sobrepeso en adolescentes es
considerado un importante predictor a largo plazo de morbilidad y mortalidad y
que de persistir en la edad adulta puede tener graves efectos sobre el aparato
cardiovascular.
Estudios
en niños y adolescentes indican que el riesgo de ser adultos obesos es de
aproximadamente el doble para individuos que tuvieron sobrepeso en la niñez y
adolescencia, comparado con individuos que no lo tuvieron.
Explicó
que el principal componente del síndrome metabólico es la obesidad central
abdominal asociada con un patrón desfavorable del perfil de lípidos y
alteraciones en el metabolismo de la glucosa, que se acompañan de un incremento
en la incidencia de hipertensión arterial y diabetes mellitus tipo 2,
enfermedad cardiovascular y cerebrovascular.
Añadió
que de acuerdo con estadísticas oficiales la prevalencia de obesidad abdominal
es de casi 70 por ciento en hombres y 74 por ciento en mujeres, y el promedio
de circunferencia de cintura para ambos sexos fue superior a 96 centímetros,
dijo la investigadora.
Se
ha observado además que individuos que padecen enfermedad coronaria y tienen
elevados los valores de circunferencia abdominal, de cintura y un índice mayor
de cintura-cadera, presentan un riesgo significativamente mayor de muerte que
aquellos que sólo tienen elevado el índice de masa corporal.
El
estudio realizado en 266 jóvenes (hombres y mujeres) con una edad promedio de
16 años, a quienes se aplicó un
cuestionario para conocer si tenían antecedentes familiares de diabetes, hipertensión,
enfermedad cerebrovascular, cáncer, entre otras enfermedades crónico-degenerativas,
se les tomaron medidas antropométricas y se les hicieron una serie de pruebas
bioquímicas.
El
índice de masa corporal de cada alumno se calculó de acuerdo con su peso y
estatura y se clasificó a la población en bajo peso, normopeso, sobrepeso,
obesidad, obesidad 2 y obesidad 3. Se tomaron también medidas de su cintura y
cadera.
Uno
de los resultados que llamó más la atención, dijo la investigadora, es que más
de 60 por ciento (64.08 por ciento en hombres y 69.3 en mujeres) de los alumnos
que participaron, tienen un peso normal, lo que no concuerda con las
estadísticas oficiales para este grupo de edad, las cuales “reportan más gente
gorda de la que nosotros hemos encontrado” en adolescentes.
Con
relación con circunferencia de cintura se encontró una diferencia estadística entre
sexos, dado que de las 163 mujeres estudiadas, 20 rebasaron el límite de 88
centímetros y de los 103 hombres, sólo dos excedieron los 102 centímetros. Respecto
al índice cintura-cadera, 55 mujeres presentaron un índice igual o superior a
0.90, en tanto que sólo dos hombres superaron el índice de 1.
A
pesar de que la mayoría de los estudiantes no presenta sobrepeso u obesidad, se
presentan casos desde edades muy tempranas, los cuales van aumentando en los
grupos de más edad, advirtió la investigadora.
En
cuanto a la relación entre factores de riesgo cardiovascular, se observó una
correlación “significativa entre la circunferencia de cintura y el índice de
masa corporal, donde se encontró que las mujeres tuvieron un 15 por ciento de
riesgo incrementado para síndrome metabólico alto o muy alto, en tanto que los
hombres sólo presentaron riesgo asociado del tipo alto en un siete por ciento.
La
doctora Ruiz Guzmán consideró que a pesar de que tiene una frecuencia baja de
alteraciones bioquímicas y somasométricas, la población estudiada está en un
excelente momento para apropiarse de una serie de hábitos, tanto alimenticios
como de actividad física, que le permitan continuar así y no evolucionar a un
estado de mayor riesgo cardiovascular, como se ha observado que ocurre en
poblaciones de mayor edad, en las que la frecuencia de estos factores aumenta
en relación directa con el tiempo.
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