Editorial Planeta, presentó el libro “Érase una vez México 2”, de los historiadores, Sandra
Molina y Alejandro Rosas, quienes definen a este libro como una narrativa de la
historia mexicana del periodo de la Independencia (1810) a la Revolución
mexicana (1910), y que se supedita en hechos que marcaron esta época, en forma
narrativa no en estilo de novela, y que buscan mostrar una realidad contextual
de los hombres que conformaron la independencia y la revolución que sentaron las
bases del México moderno.
Al
respecto, en entrevista con este reportero,
los historiadores dijeron que Erase Una Vez México 2, muestra que la historia
no es cíclica sino evolutiva y la sociedad mexicana lo que ha demostrado al
paso de estos siglos es que sigue siendo inmadura y que debe seguir trabajando
en la construcción de una nación sólida.
Invitaron
a que el mexicano lea más, ya que si bien se ha rebasado los problemas del
analfabetismo, el problema actual es la comprensión de eso que lee, ya que si
bien se pueden leer temas frívolos, también debemos también acercarle al
público una lectura de calidad.
Sobre
qué decir de este periodo histórico de México, Alejandro Rosas, mencionó una
gran ironía de estas publicaciones es empezar con un grito libertario en 1810 y
acabar con un grito de igualdad en 1910 y esta es una gran ironía mexicana al
reflejar que México es como “el perro que se persiguió la cola por 100 años”,
ello por nuestra incapacidad de evolucionar y construir un mejor México ya que
se paso de una guerra a otro tras un siglo de no aprender sobre los errores
sociales y nacionales.
Dijo
que en muchos aspectos el país sigue en pañales, pese a todas las crudas
experiencias que se han padecido, como es polarizar al país, que impere una
sociedad apática o en otras veces muy participativa y, añadió que aún no
podemos decir que somos una sociedad madura y responsable.
Por
su parte, Sandra Molina, indicó que los vicios sociales y humanos que refleja la
política y movimientos sociales de esa época no se concentran en la corrupción,
sino la impunidad. Al respecto, Alejandro complementó que “no somos corruptos
por haber sido conquistados por los españoles, sino que el asunto de esta
publicación busca quitarnos esos prejuicios y pretextos de perdida de
territorio, de ser un pueblo conquistado, debemos pasar esos esquemas y
comportarnos como una sociedad madura y no querer ser una población con
mentalidad que pedimos que nos den todo en la mano”.
Concordaron
que no podemos seguir pensando en los caudillos, sino que debemos ser una
nación que le apueste a los marcos legales y de respeto a las instituciones y
el problema en este periodo documentado era creerle todo al caudillo, ejemplo
de esto es el caso de Porfirio Díaz, y que al morirse todo se va en picada,
pues este tipo de personas eran quienes dirigían u ponían en orden en México.
Sandra
Molina, adujo que no se ha buscado disminuir el papel de los héroes, sino que
se aprecien como los hombres y mujeres que eran, con cualidades y defectos, no
eran semidioses. Ejemplo es Agustín de Iturbide, que busco ser el primer
monarca de México y fue de los primeros villanos en la historia, pero no fue
peor o mejor que otros, sino que debe tenerse en el contexto que al acabar el
imperio, la lógica indicaba que México debía nacer como monarquía, y dar un
paso paulatino a la democracia, cosa que no se entiende en su contexto.
Ambos
explicaron que fueron hombres que se atrevieron a cambiar su realidad, rompieron su entorno, y
esa fue la diferencia con los demás pero eran igual de humanos que todos los
demás, sino que tuvieron un compromiso social que les llevo a cambiar su
realidad.
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