martes, 23 de junio de 2015

Crean software al servicio del sector agrícola

De acuerdo con el investigador Ignacio Sánchez Cohen, en México existen 20 millones de hectáreas bajo siembra, de las cuales 14 millones están en zonas de temporal y alrededor de seis millones se encuentran bajo condiciones de riego, por lo que aproximadamente el 28% de la población se encuentra vinculada al sector rural, directa o indirectamente.
Sin embargo, los impactos del cambio climático en zonas con un régimen pluvial escaso o errático generan constantemente en los agricultores incertidumbre sobre qué hacer o cómo planificar sus cultivos, por lo que se ven orillados a dejar sus parcelas y emigrar a otras zonas, explicó el investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
Aunado a ello, dijo, existen limitadas tecnologías que ayuden a los agricultores a la toma de decisiones ante un escenario de variabilidad climática. Ante este fenómeno y tras varios años de investigación, especialistas del INIFAP en colaboración con la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), el Servicio de Investigación Agrícola (ARS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y la Universidad de Arizona desarrollaron un software que permite demostrar cuál es el riesgo climático al que se enfrentarán los productores del país.

Para ello, se integró información obtenida a través de investigación de campo realizada en distintos estados del país, donde los especialistas, bajo condiciones controladas, obtuvieron funciones de producción de agua en diversos cultivos.
Dijo que este es un modelo matemático que indica el nivel de rendimiento de un cultivo a falta agua, en cualquiera de sus etapas fenológicas. Cuando el modelo simula cuánto llueve y en función de los requerimientos hídricos de los cultivos, y que dice cuál será su rendimiento.
Se trata entonces de una tecnología que proporciona información sobre riesgos y cultivos potenciales. Además, provee de una plataforma para la toma de decisiones en situaciones de disponibilidad limitada de agua y evalúa el impacto en el rendimiento de los cultivos ante escenarios de cambio climático. El algoritmo integra información de más de 2 mil estaciones climáticas distribuidas en el país, provenientes de la red de estaciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Sánchez Cohen manifestó que esta herramienta ayudará de manera gráfica y con información suficiente a la toma de decisiones de los productores con respecto a sus cultivos en zonas de temporal deficiente. El software, explicó, puede ser instalado en cualquier computadora con un espacio de disco duro de seis megabytes (MB). El lenguaje en el que se programó la plataforma es Delphi; además, existe un manual del usuario para aquellas personas interesadas en conocer la estructura matemática del modelo.
Una vez instalado el programa, el usuario podrá ingresar a esta plataforma a través de un interfaz, seleccionar la región de ubicación y elegir una de las más de 2 mil estaciones climáticas de todo el país; cuando se elige el municipio y la estación climática, el modelo hace uso de esa información para los procesos de análisis de riesgo.
Detalló que al seleccionar alguna de las estaciones, el modelo despliega una serie de preguntas técnicas para los productores (fecha de siembra, cultivo a sembrar, tipo de suelo, entre otras). Con base en la información anterior, simula el número de posibilidades climáticas y calcula el riesgo que pudiera existir en un cultivo, dentro de un determinado tiempo.
“Pero no solamente eso, cuando el modelo detecta que existe riesgo climático se activa una opción para que el usuario conozca y haga uso de la tecnología disponible para sobrellevar ese riesgo. Al dar clic, lo dirige a un servidor donde está almacenada toda la tecnología que se ha desarrollado para ese lugar (captación de agua de lluvia, variedades resistentes, fichas tecnológicas, etcétera)”, aseveró.
Ignacio Sánchez Cohen resaltó que este software ha sido diseñado para ser mejorado a través del tiempo, por lo que podrá reunir tecnologías que ya han sido desarrolladas por otras instituciones del país, para que eventualmente el  técnico o agricultor pueda aprovecharlas.

“El sistema está diseñado para que automáticamente valide la tecnología. El desarrollador puede enviar la información a mi correo electrónico, evaluamos la tecnología, se analiza y si es pertinente, conveniente o científicamente documentada, la anexamos al sistema con el crédito a la persona que la generó; de esa manera crecerá el modelo”, detalló.

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