En el nuevo libro de Francisco Martín
Moreno, “México Engañado”, el investigador indica que la historia oficial que el gobierno brinda a la población sólo es una recopilación de
mentiras que cambian según el gobernante en turno que goza del
apoyo de la Iglesia mexicana.
En entrevista con este reportero,
lamentó que esta situación se refleja en los libros de texto gratuitos que se
distribuyen en el nivel Primaria, que desglosa como se manipula la historia
mexicana, se resaltan aspectos clericales –pese a que la Constitución soslaya
que la educación es laica-, se tergiversan aspectos clave de la historia como
es la Reforma, se anulan grandes fragmentos de la época prehispánica; “estos
libros de texto –editados por la Secretaría de Educación Pública (SEP)- y, estimó
que con participación de la Iglesia mexicana desemboca en que las escuelas
estupidizan a los infantes y, por eso somos una nación de reprobados”.
Este libro, México Engañado, es publicado por
editorial Planeta, y que busca urgar en las entrañas históricas, por medio de
ir desvelando cada uno de los mitos que los diferentes gobernantes han ideado
como una herramienta de sometimiento de la sociedad, porque “quien controla el
pasado, controla el futuro”.
Comentó que la Reforma Educativa, se engloba
al momento en aspectos sólo laborales obligando a los maestros que regresen a
las aulas, pero el aspecto académico sigue truncado; pero, añadió que en los
planes de estudio debe cambiarse la visión de aprendizaje, fomento de la ética
y desde los niños se erradique la cultura de la corrupción.
Estamos ante los libros de texto educativas
más proclerical en la historia y la niñez crecerá sin conocer que el peor
enemigo en la historia nacional como es la Iglesia que ha participado contra el
propio gobierno cuando le ha convenido. Como fue cuando trajeron un Emperador a
México en el siglo XIX, se aliaron con Porfirio Díaz, llegaron a ser dueños de
dos terceras partes del país en el siglo XIX, etc. “Estos libros fueron
redactados en los sótanos de la Catedral con aval de Monseñor Emilio Chuayffet
(exsecretario de la SEP)”.
En opinión del autor, sólo dos libros de
textos -el primero publicado en 1960 y el que se editó en 1992, bajo la
presidencia de Carlos Salinas de Gortari-, cumplen y “se acercan a la verdad
histórica de acuerdo con documentos y fuentes, que son la materia prima de la
historia. Además están redactados en un contexto laico y hasta cierto punto
liberal, pero, aceptó que en esa época se reconoció al Vaticano como Estado,
ello por los fines de reelección de Salinas”.
Detrás de esa manipulación, dice el autor, no
hay más que la intención de la clase política de ejercer el poder hasta anular
a la sociedad, hasta someterla, sabedora de que “quien controla el pasado, controla
el futuro; provocando que 52% de la niñez no acaba su educación básica”.
El resto de los libros de texto, incluido el
editado por el gobierno de Enrique Peña Nieto, dice el autor, parece estar
dictado por la Iglesia Católica, quien, aunque sistemáticamente se haya
ocultado, está detrás de “golpes de Estado, asonadas, insurrecciones,
levantamientos armados y cuartelazos proyectados, financiados y ejecutados por
el clero mexicano, el peor enemigo de México a lo largo de su historia”.
La SEP, el clero mexicano y la Asociación Nacional
de Padres de Familia, están incubando escuelas mediocres y alumnos que aprender
una historia tergiversada a sus intereses y violan el derecho constitucional de
acceso a una educación laica.
Calificó a la etapa de la Guerra de Reforma de
1858, la gran etapa de mexicanos liberales, es la generación más ilustre de la
historia del gobierno y cultura mexicana, que debe ser infantable en los libros
de texto, pero la SEP ignora esta etapa y resalta al tirano que fue Porfirio
Díaz y su dictadura de más de 30 años, explicó.
El controlar la historia y tener ciudadanos en la
ignorancia, explicó, provoca que millones de mexicanos estén sepultados en la
miseria, “por qué siendo un país rico en recursos naturales somos incapaces de
aprovecharlos en beneficio de nuestros habitantes, de la inmensa mayoría
marginada; un México muy rico y muy pobre, un país con grandes bienes
materiales que paradójicamente han sido, para nosotros, verdaderas
maldiciones”.
Realidad que es preocupante, pues la tergiversación
de la historia desde hace décadas ya tiene las primeras repercusiones; pues la
generación de estudiantes de principios del siglo ya voto en elecciones a
gobernantes con poca cultura histórica que les haga pensar bien en quien
delegan su gobierno.
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