De
acuerdo a Luis Cerecedo, director de Operaciones de Sistemas de Gestión TÜV
Rheinland México, la eficiencia energética en México es un concepto que ha sido
dejado de lado por las organizaciones. Lo cual detalla en el reporte de ISO, en
donde se señala que México emitió tan solo 16 certificados bajo este sistema de
gestión, siendo Alemania el país que más empresas reguladas tiene en este rubro
con 3 mil 402, lo que denota una falta
de conocimiento sobre la oferta y la importancia de la eficiencia energética.
Cabe
mencionar que la adopción de un sistema de un sistema de gestión energética
contribuye a alcanzar la expectativa de ISO, en el que se estima que la norma
podría tener un impacto positivo en hasta 60% de la demanda energética a nivel
mundial.
Indicó
que un correcto sistema de gestión energética (SGEn) ayuda a las organizaciones
a descubrir y a aprovechar su potencial de eficiencia energética, además de obtener
beneficios significativos en costo y hacer una contribución a la protección
climática y del medio ambiente.
Explicó
sobre ello que como apoyo para la debida implementación de un SGEn existe la
norma ISO 50001 (norma legal), que tiene como objetivo mejorar y optimizar el
desempeño energético de manera continua e identificar oportunidades de
reducción en el uso energético.
La
regulación proporciona beneficios para las grandes y pequeñas organizaciones en
los sectores público y privado –desde manufactura hasta servicios– en todas las
regiones del mundo. ISO 50001 establece un marco para las plantas industriales,
instalaciones comerciales, institucionales y gubernamentales, así como
organizaciones enteras para gestionar la energía.
Por
ello, recomendó que para cumplir con una correcta planificación, implementación
funcionamiento del sistema de gestión energética, se deben cubrir diversos
requisitos normativos como es establecer un compromiso y responsabilidad de la
alta dirección y política energética para así demostrar su compromiso de apoyar
el sistema de gestión energética y mejorar continuamente su eficacia.
Por
esta razón se debe definir, documentar y mantener al día la política energética
de la organización, que servirá como referencia para establecer objetivos de
mejora en el desempeño energético de la empresa.
Aunado
a contar con una política que debe incluir una declaración de la alta dirección
donde señale su compromiso en la mejora continua del sistema, asegurando la
disponibilidad de información y recursos para lograr el cumplimiento de la
norma.
Adicionalmente,
se debe nombrar a un representante, con autoridad y responsabilidad para
asegurar que el sistema de gestión energética se establece, mantiene y mejora
de forma continua. Éste deberá gestionar tanto personas como instalaciones o
equipos e informar a la alta dirección sobre el desempeño alcanzado.
Mientras
que en el aspecto de planificación energética, indicó que es necesario que la
organización identifique los requisitos en materia energética que le aplican,
se debe precisar cómo se aplicarán estos requisitos teniendo en cuenta las
diferentes etapas de implantación del sistema de gestión. La organización debe
llevar a cabo una revisión energética enfocada a:
Analizar el uso y consumo pasado y presente de
energía, con la finalidad de identificar las áreas de mayor consumo
Especificar
el desempeño energético actual de las instalaciones, sistemas, procesos y
personal involucrados en las áreas
Reconocer
y priorizar oportunidades de mejora del desempeño con base en el análisis
previo
La
organización debe poner una o varias líneas de base de consumo para realizar
una comparación entre ellas y así determinar la evolución del desempeño
energético
La
implementación y operación
Por
otra parte en el aspecto de verificación, la cual consistirá en la evaluación
de la evolución del desempeño energético y del sistema de gestión energético
para detectar problemas y en su caso, corregir desviaciones. Le corresponde a
la organización realizar el seguimiento, medición y análisis del consumo en las
áreas de uso e indicadores de desempeño energético, comparándolos con las
líneas de base establecidas, para determinar si el consumo energético real se
debía frente al esperado.
Finalmente
en revisión por la dirección, expresó que esto parte de este requerimiento,
exige que la alta dirección debe revisar los siguientes parámetros para
asegurarse de que el SGEn se mantiene adecuadamente y es eficiente:
La
adecuación de la política energética a la realidad de la organización.
El
desempeño energético alcanzado a la vista de los indicadores
Los
requisitos legales
El
alcance de los objetivos de mejora energética
El
resultado y conclusiones de la auditoría del sistema de gestión energética que
se llevó acabo
Resolver
y evitar que se vuelvan a producir los incumplimientos detectadas durante el
proceso de verificación
Verificar
el desempeño del ciclo actual y hacer una proyección de qué resultados se
espera para el próximo ciclo
Identificar
cuáles son las oportunidades y recomendaciones para la mejora
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