Ante la
posibilidad de darle un uso sustentable a la biodiversidad como alternativa
para la conservación de las especies y su hábitat y para la generación de
beneficios sociales, económicos y de desarrollo de comunidades rurales en
México, es que se estableció un convenio de aprovechamiento de piel y carne de
cocodrilo de pantano.
Cabe mencionar que esta especie que
por años estuvo colocada en escaños de peligro de extinción, tras una revisión
de las colonias en vida silvestre se apreciaron más de 80 mil individuos en
libertad con alta presencia de crías como individuos con más de 40 años de edad
y con más de cuatro metros de tamaño.
El acuerdo fue firmado por José
Sarukhán Kermez, coordinador nacional de la CONABIO y Eduardo Escobedo,
director ejecutivo de Responsible Ecosystems Sourcing Platform (RESP) con sede
en Suiza, quienes aprobaron el “Proyecto piloto sobre sustentabilidad, sistemas
de producción y trazabilidad de pieles de cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii) en México”.
De esta manera se establecerá un
sistema de producción de pieles de cocodrilo de pantano de alta calidad, basado
en la conservación de las poblaciones del reptil y de su hábitat. El plan
considera la instalación de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida
Silvestre en vida libre (UMAs en vida libre) manejadas por las comunidades
locales, respaldadas por actividades de monitoreo y estableciendo cuotas
científicamente sustentables de aprovechamiento.
En lugar de promover la cacería del
cocodrilo de pantano, el proyecto promueve la extracción de una cantidad
determinada de huevos del medio silvestre para llevarlos a incubadoras, pasando
así de un 90% de mortandad natural en los huevos de cocodrilo de pantano, hasta
un 95% de supervivencia. Una hembra cocodrilo pone cerca de 80 huevos por
anidada una vez al año.
En los años setentas estas
poblaciones estaban en peligro de extinción por la caza indiscriminada, pero
con esfuerzos de vedas, granjas de reproducción y áreas protegidas y tras cinco
años de monitoreo se constató que estas poblaciones se han recuperado.
Los expertos se plantean un nuevo
reto: involucrar a las comunidades locales en la conservación de su hábitat, en
el manejo de la especie y en el reparto de beneficios derivados de su comercio.
Para ello, representantes de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de
la Biodiversidad (Conabio) de México y la Responsible Ecosystems Sourcing
Platform (RESP) basada en Suiza, colaboran en un proyecto innovador, en donde
están involucrados autoridades del gobierno federal, representantes de diversas
comunidades y productores y comercializadores de cocodrilos.
Este proyecto comenzara en tres
granjas en Veracruz, Campeche y Quintana Roo, que sólo en estos momentos usan
cocodrilos de granja, y se aclaró que no se piensa en abrir a la cacería de
cocodrilos, sino a permitir una recolección de huevos de nido supervisada y, de
tener éxito, se podría ampliar este proyecto a las 10 granjas de cocodrilos que
se estiman existen en México o a que las mismas comunidades que tengan recursos
para crear infraestructura instalen sus propias empresas.
Mediante este sistema, las UMAs de
las comunidades venden su producción a las granjas establecidas (UMA intensivas
o criaderos) para la obtención de pieles de exportación de alta calidad. La
labor se realiza en colaboración con empresas de la moda y con el respaldo de
un sistema novedoso de trazabilidad que utiliza tecnología de punta permitiendo
mediante “biometría digital” identificar cada piel, su legal procedencia y
origen sustentable. Lo anterior, desde la extracción del huevo de cocodrilo en
el medio silvestre, hasta el producto de piel (acabado) para el consumidor.
Esta huella digital única, permitirá
que en una tienda se podrá tomar foto a un producto de piel de cocodrilo y de
estar registrada se sabrá de donde viene, y que es ilegal, o que se tenga en
duda su procedencia. Datos que vendrán desde las granjas en donde se crie este
animal y que fue criado y utilizado de forma sustentable.
En México sólo se tienen pieles de
granja se anda en 2 mil a tres mil pieles que se venden a Europa y Estados
Unidos a marcas que van desde Channel o Armanni que llegan hasta los 10 mil
dólares. De ahí el que se busque gran calidad en los animales y su piel sea de
gran calidad.
Actualmente, el comercio
internacional de pieles de cocodrilo de pantano se estima en 1.5 millones de
pieles al año y en él destaca el uso de especies como el aligator de Estados Unidos (Alligator
mississippiensis), el cocodrilo de agua salada de Australia (Crocodylus porosus) y el caimán yacaré de
Argentina (Caiman yacare), que
generan ganancias de millones de dólares anuales.
Por su parte, Marco Novelo, director
de la granja Cocodrilos Maya, que tienen una población superior de 9 mil
ejemplares, detalló que este tipo de proyectos refuerza su labor que han
desempeñado desde hace 14 años.
Este convenio coadyuva a darle más seriedad
sobre de dónde salan cada piel y su legal procedencia, además que se sigue con
los sistemas tradicionales que la Semarnat aprueba sobre su comercio.
Este sistema de rancheo beneficia en
tener más materia prima en el ciclo productivo, “para así disminuir tasa de
comercio ilegal de piel de cocodrilo que se dan en otros países y afecta a las
ventas de este producto”.
Recordó que empezaron con menos de
100 cocodrilos y en la actualidad son 550 individuos los reproductores; y que
todos son de ciclo cerrado, nada de individuos silvestres. Las pieles que
venden estima de un cocodrilo de 3 años va del orden de 200 dólares, pero
aclaró que este tipo de granjas no vende directo a las marcas de moda, sino a
empresas curtidoras y que tratan la piel para convertirla en productos de uso
humano.
También, indicó que la carne de
cocodrilo se pone a la venta, estimando que va del orden del 10% del valor de
un cocodrilo y en mercado con precio al público va por los 300 pesos (18
dólares).
COCODRILOS
A LA MEXICANA
El cocodrilo de
pantano es una de las tres especies de crocodilianos que habitan en México
junto con el cocodrilo de río y el caimán. El también llamado cocodrilo de
Morelet, se distribuye en la costa del Golfo de México desde Tamaulipas hasta
la Península de Yucatán, habitando principalmente zonas de manglar, ríos y
pantanos.
La especie se encuentra listada en
las categorías de menor riesgo de la NOM-059-SEMARNAT-2010 como “Sujeta a
protección especial”. En la Lista Roja de la UICN se ubica como de “Menor
preocupación”.
PROTEGER
A UN MERCADO DE PIELES, DE LA ILEGALIDAD
Sobre el tema, Eduardo Escobedo, director ejecutivo
de la RESP, comentó que existe un gran interés de empresas para adquirir la
piel de cocodrilos mexicanos, que aún no se comercializa como debiera, pero
esto antes que nada debe ser a base de una política sustentable de uso de estas
pieles.
Este mercado a nivel global va de más de un
millón de pieles que genera miles de millones de dólares de ganancia al año; es
un sector de poco volumen, con un valor grande por cada pieza, que en el
traspaso de la cadena de valor va desde 130 dólares por piel a un producto
final de 5 mil dólares de marca exclusiva.
Detalló que “Actualmente uno de
los problemas es que los márgenes de ganancia esta al final de la cadena, y
este tipo de proyectos como en México busca cambiar esta situación. Aceptando
que el mercado de pieles de reptil ( no cocodrilos) en el mundo tiene un grave
problema de ilegalidad ya que éste en tamaño es similar a las ventas y compras
legales”.
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