viernes, 30 de septiembre de 2016

Amistades adictivas en “Las Catrinas”

Todo mundo en alguna ocasión se ha visto atraído por su lado oscuro, el querer ser el malo de la película, el sentir atracción por las personas que viven al extremo y al final enredarse en amistades que se vuelven adictivas. Ello es parte de las premisas que narra la mexicana Lorena Amkie, en su novela Las Catrinas, en donde desde pequeñas, Renata y Violeta se han convertido en más que amigas inseparables: son almas gemelas.
Estas niñas formaron el Club de las Cangrejas, pero al crecer se hacen llamar Las Catrinas, en donde al ser adolescentes quieren vivir a toda velocidad, experimentar el dolor en todos los sentidos, ir más allá de los límites establecidos y declararse las chicas más crueles y apasionadas de las que se tenga noticia.
En entrevista con este reportero, detalla que en estas páginas, al tener protagonistas féminas, siente que parte de su vida y juventud está ahí reflejado, pues, quien no le gusto de adolescente brincar del precipicio, pese a que todos te decían que no lo hicieras, el sentir atracción por los riesgos.
Renata, que es quien, cataloga como el personaje principal, es una chica, que como todas en esa etapa de la vida, toma decisiones muy equivocadas que tratan de moldearle el carácter; mientras que Violeta, si bien es su alma gemela y, a la vez, no, desde cierto punto de vista hasta se convierten ambas en mantener viva una relación patológica que no pueden dejar ir.
Pero en esta historia de claroscuros y máscaras tras las que se ocultan rabiosas heridas, Violeta arrastrará al abismo a Renata, quien tendrá que decidir entre saltar al vacío dela mano de su mejor amiga o salvarse a través del amor. Ello al irse definiendo su carácter y hacia donde quiere que vaya su vida.
Comentó que no busca dar consejos o alguna moraleja para cambiar de actitudes, pues los adolescentes de antes como de hoy, padecen de tomar decisiones equivocadas y correctas, simplemente es brindarles un libro a ellos, como a los adultos para que aprecien una buena historia narrada y si bien, quieren tomarlo de alguna forma de no dejarse caer hasta el fondo del abismo, sino tratar de detenerse antes.

Sobre el nombre del club que conforman estas chicas, Las Catrinas, explicó que se debe a la fascinación de los mexicanos por el 2 de noviembre, con su figura icónica, la catrina, el vivir con la muerte a un lado, el burlarse y jugar con ella, de ahí el nombre del libro, detalla.
Este libro es editado por Destino, y en donde la autora, refleja las inquietudes y dudas de dos adolescentes en busca de una identidad propia después de haberse considerado un espejo la una de la otra por largo tiempo.  Pero que, al paso del tiempo se dan cuenta que son trenes en colisión al seguir juntas o no.  “No hay inocencia que perder: te han matado y has matado. No hay nada más que saber: eres una Catrina”, describe Lorena Amkie.
Trate, dice, tal y como es la relación de amistad de las protagonistas, que el libro tuviera una lectura adictiva, que la gente que lo lea sienta empatía por saber que es de estas chicas y sus vidas; que une personas, separa a otras, les hace analizar sus vidas y al final les brinda la posibilidad de entender que el ser joven es muy, pero muy complicado.

La autora ha publicado otras obras de corte de problemas juveniles que son adaptables a toda edad, como fue en 2010 con su libro Gothic Doll, novela juvenil que agotó 20 mil ejemplares en el primer semestre y que se convirtió en una trilogía editada por Grupo Planeta (2012-2014) y, en 2015, El Club de los Perdedores (Grupo Planeta), novela acerca de bullying que ha cruzado fronteras, publicándose en todos los países de habla hispana y utilizándose como referencia en colegios.

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