Con la llegada de nuevas marcas de estaciones de servicio a
México, debido a la apertura del mercado energético, los mexicanos tendrán más
opciones para elegir, con productos y establecimientos certificados se
garantiza la competencia ofreciendo litros de a litro y un mejor servicio.
En
2015, según datos del INEGI, en México el parque vehicular era de 67.5 millones
de unidades, cifra a la que cada año se suman más de 545 mil vehículos en
promedio.
Datos
de la Secretaría de Energía, Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión
Reguladora de Energía (CRE), señalan que en nuestro país operan más de 11,000
estaciones de servicio, las cuales generan 400 mil fuentes de empleo directa e
indirectamente.
De
acuerdo con la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo, ONEXPO, la
inversión que se ha hecho hasta el momento en el sector se duplicará en el
corto plazo y alcanzará una suma superior a los 390,000 millones de pesos
(20,530 mil millones de dólares) como consecuencia de la transformación de los
puntos de venta.
Actualmente
México cuenta con dos entidades reguladoras en cuanto a gasolineras:
La Comisión
Reguladora de Energía (CRE), que es el Órgano Regulador coordinado en Materia
Energética, que promueve el desarrollo eficiente del sector y del suministro
confiable de hidrocarburos y electricidad,
La agencia de
Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), órgano creado por mandato constitucional,
que regula y supervisa la seguridad industrial y la protección del medio
ambiente en el sector de hidrocarburos.
Alvaro
Vallejo, Oil, Gas and Chemicals Division Manager en SGS México, aseguró que la
apertura de mercado para empresas privadas y las necesidades técnicas de la
Comisión Reguladora de Energía y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente,
representa para SGS una oportunidad inigualable.
Detalló
que la participación de empresas, es indispensable para poder ofrecer al consumidor
confianza en las estaciones donde carga gasolina, brindando soluciones de
negocio especializadas en la mejora de la calidad, seguridad y productividad,
así como la reducción de riesgos.
“Sabemos
que nuestros servicios de renombre internacional y participando de manera
imparcial e independiente, añaden un valor significativo a las operaciones,
garantizando la sostenibilidad de los negocios”, puntualizó Alvaro Vallejo.
Pero
no todas las estaciones de servicio serán nuevas en nuestro país, cambiarán de
marca y por ende de imagen. Las nuevas empresas pretenden adquirir las
estaciones de los viejos franquiciatarios de Pemex y su vez abrir inversiones
para nuevas gasolineras progresivamente.
Como
se venía haciendo, pero de forma mesurada, las empresas empezarán a ofrecer
descuentos, tarjetas de lealtad entre otras acciones para atraer clientes.
A
pesar de los esfuerzos que realiza Pemex, los empresarios gasolineros, las
autoridades y la misma Profeco para combatir el robo y la adulteración de
gasolina, aún es mucho el trabajo que resta por hacer. Sin embargo, existen
algunas medidas que pueden tomar los clientes para evitar ser afectados por
estos problemas:
Cuando le sea
posible, observe el movimiento de los clientes en la estación de servicio, ahí
suelen cargar combustible los vehículos que se utilizan para transporte público
(taxis, combis, camiones urbanos de pasajeros, de carga, etcétera), es un
indicativo confiable de que se trata de una gasolinera donde se expenden litros
completos.
Cuando entre
a una gasolinera, verifique que el personal de servicio porte su gafete con
nombre y fotografía.
Verifique que
la bomba tenga el holograma de verificación de Profeco.
Cerciórese de
que el marcador de la bomba esté en ceros antes de que comiencen a cargarle la gasolina.
Las bombas de
gasolina pueden surtir el combustible en tres velocidades diferentes; pídale al
despachador que lo haga en la más baja, pues en la tercera velocidad (la más
alta) es en la que se han detectado el mayor número de irregularidades.
Utilice una
calculadora para multiplicar el número de litros, que aparece en el visor de la
bomba, por el precio por litro y verifique que corresponda con la cantidad a
pagar.
Trate de
cargar siempre la misma cantidad de dinero estando su auto con la misma cantidad
de gasolina. Por ejemplo, cuando la aguja le diga que le quedan 1/4 de tanque,
cargue cien pesos y fíjese bien la marca la aguja después. Así podrá notar más
fácilmente cuando exista alguna variación.
Es
recomendable llevar una bitácora de rendimiento. Por ejemplo, llene el tanque
de su automóvil y anote el kilometraje que marca el odómetro en ese momento.
Cuando tenga que volver a llenar el tanque en la misma gasolinera, anote de
nuevo el kilometraje. Reste el segundo kilometraje del primero y divida el
resultado entre el número de litros que le acaban de cargar; así obtendrá el
rendimiento en kilómetros por litro. Si continúa de manera constante con esta
bitácora, podrá observar con mucha facilidad cuándo aumenta o disminuye el
rendimiento de su vehículo. Inicie la misma bitácora con otra gasolinera
diferente para saber en cuál le rinde más el combustible. El rendimiento será
más exacto si las estimaciones las hace a tanque lleno.
Cargue
combustible en las estaciones de servicio que ya conozca.
Cuando vaya a
viajar, cargue gasolina desde el día anterior y evite abastecerse a altas horas
de la noche o en gasolineras que estén aisladas o lejos de las manchas urbanas,
porque suelen tener sólo unas cuantas bombas disponibles.
Si sospecha
que alguna descompostura en su auto, como daños en la bomba de gasolina o en el
catalizador, fue provocada por el combustible, denúncielo ante Profeco.
A
partir del 2016, el precio máximo de la gasolina surge de una formula compuesta
por el precio de referencia internacional:
Precio
máximo de la gasolina = Precio de Referencia de Estados Unidos + IEPS + Costos.
La
fórmula se actualiza cada mes y puede dar resultados al alza o a la baja en su
precio, teniendo en cuenta lo aprobado por el Congreso de la Unión quienes
establecen una banda de tolerancia del ±3% del precio máximo observado en el
2015.
En
segunda instancia, obedece al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios
(IEPS), mismo que también llevan los refrescos.
Se
espera que, con la llegada del verano, los precios máximos de las gasolinas en
México, comience a caminar hacia la parte alta de la banda de tolerancia del
±3%.
Este
nuevo esquema de venta de gasolinas producto de la reforma energética del país,
implicará que no haya un precio único fijado por el gobierno, ni estaciones de
una sola empresa como lo manejaba Pemex, sino varias marcas y gasolineras que
alentarán la competencia, este proceso ya dio inicio en el norte del país y
culminará a finales del 2017 con los estados del sur.
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