De acuerdo con la especialista, Karen Janett Carranza
Jiménez, representantes y miembros de organizaciones sociales que trabajan con
y en favor de los millones de comunidades latinas, afroamericanas,
asiáticoamericanas y comunidades indígenas en los Estados Unidos (EU), denunciaron
su oposición a la expansión de extracciones de petróleo y gas, así como de
pruebas sísmicas en las aguas frente a las costas.
Con esta declaración comienza la carta que en conjunto
38 organizaciones de distintas representaciones étnicas entre las que se
encuentran Latinos, Afroamericanos, Asiático-americanos, Indígenas y otros
grupos aliados, firmaron para solicitar que se dé marcha atrás a los planes de
llevar a cabo perforaciones submarinas en el Ártico, Atlántico y otras aguas,
ya que realizar este tipo de prácticas perjudica el entorno ambiental de los
mares y sus alrededores por el alza en el nivel del mar; además contribuye a
acelerar fenómenos como el cambio climático generando efectos negativos sobre
la salud de la población.
En la carta petitoria, firmada por agrupaciones como
‘Mi Familia Vota’, ‘National Hispanic Medical Association’, ‘Hip Hop Caucus’,
‘Asian Pacific Policy and Planning Council’, y ‘Voces Verdes’, declaran que: “nuestros
océanos nos pertenecen a todos nosotros -la gente estadounidense- y deben ser
preservados y protegidos, no entregados a las compañías privadas para su
beneficio económico de corto tiempo y corta visión. Por mucho, más
estadounidenses quieren preservar nuestros océanos más que entregarlos a las
compañías petroleras para explotarlos y empeorar la ya peligrosa contaminación.
Al abrir el Ártico y Atlántico a extracciones peligrosas, ponen en riesgo
nuestras aguas y las comunidades costeras están en grave riesgo de sufrir
derrames petroleros mayores y empeorar los efectos del cambio climático”.
Cabe destacar que los latinos, conforman una de las
comunidades más unidas en los temas de la defensa ambiental y del combate
contra el cambio climático. Según el informe publicado en 2016 por el Consejo
de la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC), en la actualidad la población hispana
asciende a más de 56 millones, cifra que se estipula crecerá en un 20% para fines
de la década. Sin embargo, más del 60% habita en zonas en las que los
impactos del incremento en la temperatura global, la contaminación en el aire y
las inundaciones se resiente con mayor intensidad. Además, conforman casi el
50% de la clase trabajadora que pasa más tiempo realizando actividades al aire
libre como son la agricultura, ganadería y construcción.
Al respecto, Adriana Quintero, Directora Ejecutiva de
Voces Verdes, declaró que "es momento de unirnos para luchar por el
cuidado de nuestros océanos. Sin importar cuál es nuestro origen étnico, todos
habitamos este planeta, todos somos responsables por él, y todos vivimos
gracias a él. Los ecosistemas sanos son un beneficio para toda la población, a
diferencia de los proyectos como las exploraciones submarinas y otros que
destruyen nuestro entorno".
Cabe recordar que la comunidad latina o hispana en los
Estados Unidos es muy diversa, pero en relación a los temas ambientales está de
acuerdo en su preferencia por el cuidado del ambiente y el impulso para el
desarrollo de energías limpias.
Es así que el 78% de los latinos quieren que sus
congresistas apoyen para que existan límites en la contaminación por carbono.
Este sector de la población prefiere pagar por energía limpia antes que seguir
siendo afectada por los impactos del cambio climático en el futuro.
El estudio de la NRDC, reveló que 77% de los latinos
estaría dispuesto a pagar 5 dólares más en su recibo de luz por energía
renovable, y 75% estaría incluso dispuesto a pagar hasta 10 dólares más por
este tipo de energía.
Para los hispanos localizados en la Unión Americana, la
energía limpia es ahora la fuente de energía con mayor crecimiento a mayor
velocidad, así como es la más accesible. Cada vez más estadounidenses prefieren
preservar sus océanos, que venderlos a las compañías petroleras para su
explotación. “Les hacemos un llamado a que nos escuchen a nosotros, la gente
estadounidense, y no abandonen nuestros océanos, negocios y futuro al permitir
la perforación de nuestras costas y playas”, detalló el documento.
Por otro lado, la producción de energía a base de
combustibles fósiles es una solución de desarrollo económico a corto plazo que
representa un grave impacto sobre el ambiente. Los combustibles fósiles son
recursos no renovables que han tomado millones de años en formarse bajo las
capas más profundas de la tierra.
La extracción de los combustibles fósiles, afecta
gravemente los ecosistemas en los que se practica la perforación para su
extracción por la contaminación y destrucción que se genera a su alrededor.
Asimismo, afecta las economías locales que dependen de actividades pesqueras,
turísticas y de servicios ambientales que ofrecen los ecosistemas naturales e
inalterados. Casi 1.4 millones de trabajo y 95 billones de dólares del producto
interno bruto dependen de ecosistemas oceánicos limpios.
También el 59% de los latinos en los Estados
Unidos cree que existen más oportunidades económicas y de empleo en la medida
en que exista progreso en materia ambiental.
El estudio publicado por la NRDC, reveló además que
“la modernización con eficiencia energética de un típico hogar de bajos
ingresos puede reducir el consumo de energía en un 35 por ciento a nivel
nacional y ahorrar alrededor de 437 dólares en costos de calefacción o aire
acondicionado cada año”. Además, este tipo de práctica reditúa en disminuir los
niveles de contaminación en el aire, el agua y la tierra, así como en el
mejoramiento de la salud de los estadounidenses.
Al día de hoy, más de 120 municipios de la Costa Este,
mil,200 representantes electos, 41 mil negocios y 500 mil familias dedicadas al
comercio pesquero se oponen a las perforaciones y/o exploraciones petroleras en
el Atlántico, incluyendo las actividades de exploración sísmica con aire.
Las organizaciones que se
sumaron a esta petición son: ‘AFC+A’; ‘América Verde’; ‘Asian Pacific
Policy and Planning Council’; ‘Azul; Conejos Clean Water; Connecticut Coalition
for Environmental Justice’; ‘CLEO Institute’; ‘Climate Parents’; ‘Diverse
Environmental Leaders’; ‘Fairbanks Climate Action Coalition’; ‘Farmworker
Association of Florida’; ‘Gracefully Global Group’; ‘Grand Canyon Trust’;
‘Green For All’; ‘Green Latinos’; ‘Hip Hop Caucus’; ‘IDEAS for US’; ‘Joshua's
House, Inc’.; ‘LULAC’; ‘MANA’; ‘Mi Familia Vota’; ‘Mujeres de la Tierra’;
‘National Family Farm Coalition’; ‘National Hispanic Council on Aging’;
‘National Hispanic Medical Association’; ‘National Latino Farmers &
Ranchers Trade Association’; ‘NOW Strategies’; ‘Organize Florida’; ‘Praxis
Project’; ‘Project Earth’; ‘Project Economic Refugee’; ‘Sachamama’; ‘Solar
Four’; ‘Southern Alliance for Clean Energy’; ‘Speak Hispanic’;
‘T.E.J.A.S.’; ‘VERDE’; and ‘Voces Verdes’.
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