Los lineamientos para la protección y conservación de aguas nacionales
en actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en yacimientos no convencionales,
próximos a publicarse en el Diario
Oficial de la Federación de México, pretenden autorizar la práctica en
México de la fractura hidráulica o fracking, una técnica cuyos efectos resultan
devastadores para la salud y el medio ambiente, alertaron especialistas.
Por
ello, es que los representantes de la Coordinadora Nacional Agua Para Todos,
Agua Para la Vida, El Campo es de Todos, La Campaña sin Maíz no hay País, la
Alianza Mexicana Contra el Fracking y la Coordinadora Nacional Plan de Ayala,
entre otras, junto con académicos de las universidades Autónoma Metropolitana
(UAM), Nacional Autónoma de México (UNAM) y Veracruzana, así como del Instituto
Politécnico Nacional (IPN) se pronunciaron contra la aprobación del fracking.
Se
dio a conocer que para estas organizaciones la fractura hidráulica contamina
los cuerpos de agua, viola el derecho humano al vital líquido, a un medio
ambiente sano y a la vida, además de que no respeta el derecho a la consulta de
los pueblos y comunidades y representa una amenaza para la seguridad nacional y
la soberanía alimentaria.
Al
respecto, Pedro Moctezuma Barragán, profesor-investigador y coordinador del
Programa de Investigación Sierra Nevada de la UAM, informó que se impulsará la campaña
Universidades Libres de Fracking para que dichas instituciones del país presenten
un frente que erradique los intentos de aprobar esta práctica como sucedió en Francia,
Austria, República Checa e Irlanda, regiones de España, Italia y ciudades como
Berlín y Nueva York.
Las
instituciones de educación superior ofrecerán investigaciones serias, objetivas
y confiables para proveer a la población de información sobre los riesgos y el
impacto de esta tecnología, por lo que deben protegerse contra la infiltración
de las compañías petroleras que pagan estudios y a especialistas para la
defensa de sus intereses.
Por
su parte, Carlos Vargas Cabrera, director del Centro para la Sustentabilidad
Incalli Ixcahuicopa de la UAM, indicó que “esta tecnología implica el riesgo de
acentuar el uso competitivo por el agua, especialmente en las cuencas donde su
disponibilidad es escasa o nula”.
Además
del peligro “de que los aditivos químicos del fluido de la fracturación
hidráulica, los gases liberados durante su aplicación o la inapropiada
disposición del efluente, así como el inadecuado manejo de lodos que brotan del
pozo, contaminen las corrientes, acuíferos y cuerpos de agua”.
Se
consideró que el sistema regulatorio de la Comisión Nacional del Agua (Conagua)
porque es evidente la grave y generalizada contaminación de los bloques acuáticos
en todo el país, y pese a que existe una Ley de Aguas Nacionales desde hace
tres décadas y una Normatividad de Descargas de Aguas Residuales que data de
hace 26 años, 70 por ciento de los ríos está contaminado por descargas
municipales a las que se han sumado las provenientes de la industria y la
minería.
De
acuerdo a la Alianza Mexicana contra el Fracking (AMCF), los estados enlazados
por el fracking son: Chihuahua, Tamaulipas, la región de las huastecas
potosinas e hidalguense, 22 municipios de la sierra norte de Puebla, 44
municipios del centro norte de Veracruz, además de Tabasco, Campeche y Chiapas.
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