En
el estado de Quintana Roo, en el caribe mexicano se fomentará la conservación y
aprovechamiento sustentable del Cocodrilo de pantano en el Ejido Chacchoben, en
el centro del estado, en donde se pretende construir las instalaciones que ya albergan
los primeros huevos de cocodrilo recolectados como parte de las actividades del
“Proyecto piloto sobre sustentabilidad, sistemas de producción y trazabilidad
de pieles de cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii) en México”, para el
estado.
La
principal actividad del proyecto piloto será el rancheo, consistente en
recolectar una cantidad determinada de nidos de la especie en el medio
silvestre, para trasladar sus huevos a incubadoras y así obtener una tasa de
supervivencia de hasta el 90%, en comparación con el 10% obtenido en la
naturaleza.
En
la actualidad, el ejido Chacchoben ha colectado dos nidos con un total de 57
huevos; en próximos días, continuará con la colecta bajo un esquema y
metodología avalada por expertos y cumpliendo con la tasa de aprovechamiento
autorizada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del
gobierno nacional (SEMARNAT).
Este
proyecto piloto es una propuesta innovadora a nivel nacional apoyada por las tres
autoridades de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) en México: Comisión Nacional
para el Uso y Conservación de la Biodiversidad (CONABIO), Dirección General de
Vida Silvestre de la SEMARNAT y Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(PROFEPA), en colaboración con la Responsible Ecosystems Sourcing Platform
(RESP) basada en Suiza, y con el apoyo de dependencias estatales como SEDARPE y
SEMA, así como con asesores del sector académico y civil.
El
Biólogo Hesiquio Benítez Díaz, Director General de Cooperación Internacional e
Implementación de la CONABIO, declaró que “somos afortunados de ver en
Chacchoben la integración de tantos actores reunidos y trabajando en un esquema
de responsabilidad compartida hacia un mismo objetivo: la conservación y
aprovechamiento de una especie emblemática que estuvo en peligro de extinción
hace unas décadas, y que se ha recuperado al grado de que hoy es posible
obtener beneficios a través de su conservación y manejo sustentable”.
El
proyecto piloto involucra el compromiso del Ejido Chacchoben para la
conservación de 4,686 ha de hábitat de cocodrilo de pantano, en colaboración
con la granja Crocodilia, que se encargará del crecimiento de los individuos y
su venta a empresas de la moda. Además, también se estarán conservando 560
especies relevantes de flora y fauna identificadas como potenciales en el
Ejido, de las cuales 115 están consideradas en riesgo en el país.
El
Programa de Monitoreo de Cocodrilo de Pantano, coordinado a nivel nacional por la
CONABIO desde el 2011, indica que la mayor parte de las poblaciones del
cocodrilo de pantano se encuentra estable o en incremento, avalando la
factibilidad del Proyecto.
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