A nivel nacional, solo el municipio de Ensenada, Baja California, tenía
una ley para proteger el derecho a los cielos obscuros, pero el pasado 26 de
abril fue aprobada en la Cámara de Diputados una reforma a nivel federal en
materia de contaminación lumínica: la Ley General del Equilibrio Ecológico y la
Protección al Ambiente.
Este tema nace dentro de un foro internacional que
organizaron en 2016, de manera conjunta, la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Academia Mexicana de Ciencias.
En dicho evento participaron instituciones de varios
países y nacionales como el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y
Electrónica, el Instituto de Astronomía de la UNAM, el Instituto Politécnico
Nacional y muchas otras. Que tenían el objetivo de modificar la ley para que el
mexicano tuviera derecho a los cielos oscuros, explicó la diputada Tania
Victoria Arguijo Herrera, secretaria de la Comisión de Ciencia y Tecnología de
la Cámara de Diputados.
La legisladora dijo que el proceso duró
aproximadamente dos años y requirió la insistencia constante para que los
legisladores votaran para elaborar un dictamen a favor.
Se espera que en un lapso de 10 años, todos los
municipios del país hayan hecho un cambio de las luminarias tradicionales a las
de luz led, reduciendo hasta un 80 por ciento el gasto energético del país, así
como una disminución de la contaminación lumínica por la colocación de nuevas luminarias.
Dijo que “ya tenemos un 10 por ciento en toda la
República Mexicana donde algunos municipios ya hicieron eso sin ley. Tenemos
que dar el siguiente paso, un paso no solamente a una era tecnológica sino
amigable con el ambiente y hay municipios muy bien asesorados que no solamente
han cambiado las luminarias sino que las están abasteciendo con pequeñas celdas
solares”.
Al respecto, el doctor José Franco, coordinador
general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, comentó que “el que ahora
se haya hecho una ley a nivel federal me da muchísimo gusto porque esto va a
permitir tener ahorros importantes en todos los municipios del país y podrá
ayudar a mejorar la salud de los habitantes de las grandes urbes”.
Desde tiempos ancestrales, el cielo y la astronomía
han sido guías para el ser humano y el avance de las sociedades. Entre ellos,
el desarrollo de la agricultura a partir de conocer los movimientos del Sol y de
identificar los cielos nocturnos de las diferentes estaciones. Sin embargo, un
obstáculo para la investigación astronómica en la actualidad es la creciente contaminación
lumínica en las ciudades.
Cabe mencionar que en los últimos 200 años, la
humanidad ha generado contaminación en muchos niveles en la atmósfera, los
suelos y los recursos hídricos. Sin embargo, la menos clara y menos obvia es la
contaminación lumínica.
“El exceso de iluminación pública en las ciudades
genera toda una serie de problemas que van desde pérdidas económicas hasta
efectos adversos que dañan la salud de los seres humanos y la biodiversidad”,
explicó el astrofísico José Franco.
Detalló que las repercusiones físicas y psicológicas
en las personas, la disrupción en los ciclos circadianos de animales, insectos y plantas, el desperdicio energético y la
fuga económica que eso implica, así como los inconvenientes que tiene en la
investigación astronómica, son problemas generados por el exceso de iluminación.
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