En 1993, la población registrada de
vaquitas marinas, único cetáceo endémico de México, alcanzaba 567 individuos, para
2008 quedaban 245, en 2015 el número de redujo a 59 y actualmente hay menos de
30, informó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El tema del peligro que corre la vaquita marina a
causa de la pesca furtiva, que atrapa accidentalmente al cetáceo en sus redes,
no es nuevo; ha estado en la agenda por más de una década y, sin embargo, las
acciones emprendidas por la Secretaría de Medio Ambiente federal (SEMARNAT) han
sido un fracaso e ineficaces.
Ello se informó en la inauguración de la exposición
temporal “Vaquita Marina entre redes. Una historia que no debe repetirse”, en
el Museo de Ciencias Universum, en donde César Domínguez, titular de la
Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), resumió el asunto en una frase: “la
probable extinción de la vaquita marina es nuestra culpa, y es nuestra
responsabilidad salvarla”.
Añadió que “uno de los temas más importantes de la
actualidad es la extinción de especies. En los últimos 4 mil millones de años,
la Tierra ha experimentado 5 grandes extinciones que casi acaban con la vida en
el planeta y ésta siempre ha encontrado el camino de regreso. (…) Hoy, la
Tierra enfrenta la más grave de todas las extinciones masivas. Somos testigos y
artífices de esta extinción ya que, a diferencia de las 5 anteriores, no está
provocada por fenómenos naturales de magnitudes cataclísmicas sino por las
actividades humanas”.
Explicó que los recursos para controlar a la enorme
cantidad de pescadores ilegales en el Golfo de California son insuficientes;
incluso, cuando los atrapan, la ley estipula sólo prisión por 48 horas. En 2017
se aprobó un decreto en el Diario Oficial de la Federación en el que se restringía de manera temporal la
navegación, las actividades de pesca, el turismo náutico y cualquier otra
actividad que pudiera desarrollarse en el área protegida de la vaquita marina.
El periodo sólo duró del 11 de octubre al 17 de diciembre del año 2017 .
Por su parte, Diego Ruiz Sabio, director del Museo de
la Ballena y Ciencias del Mar, ubicado en el estado de Baja California puso las
cosas en perspectiva al declarar que “el problema es más complejo y va más allá
de la intervención gubernamental; es un asunto también de magnitudes: el área
protegida de la vaquita marina se compone de 1841 kilómetros cuadrados,
mientras que la Ciudad de México sólo cuenta con 1400. “Es muy complejo poder
detener a los pescadores en el mar, donde tienes frentes para entrar por todas
partes”.
La situación ya alcanzó niveles críticos y los
científicos buscan hacer un llamado de conciencia a la población al montar
exposiciones informativas. Ahora sólo queda actuar, para salvar a este cetáceo
y a todas las especies más que sufren las consecuencias del uso desmedido de
los recursos naturales.
La exposición estará abierta desde hoy, 29 de junio,
hasta el 30 de septiembre de este año, en la planta baja del edificio A del
museo Universum y se divide en 4 secciones: Evolución de los cetáceos;
Características biológicas de la Vaquita Marina; Las redes fantasmas, y
Acciones de conservación, en una ambiente inmersivo, que recrea las
singularidades del hábitat del cetáceo.
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