martes, 18 de septiembre de 2018

Deben transformarse las ciudades latinoamericanas para cumplir con el Acuerdo de París


América Latina es la región más urbanizada del mundo en desarrollo. Según datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), dos tercios de su población viven en ciudades de 20,000 habitantes o más y casi un 80% en zonas urbanas.
Sin embargo, los asentamientos improvisados, la falta de cobertura y de buena calidad de los servicios básicos, los problemas de transporte privado y colectivo y de espacios públicos, entre otros, representan un desafío para la calidad de vida y también para el cumplimiento de los planes nacionales de acción climática frente al Acuerdo de París.
Por ello, el mexicano José Luis Samaniego, Director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de CEPAL, la región se sigue urbanizando, ya no con las mega ciudades, sino con aquellas de un tamaño grande, de alrededor de cinco millones, y a finales del siglo XXI será predominante urbana, salvo algunos pequeños parches, lo cual requerirá que la infraestructura sea más adecuada.
Para dar algunos ejemplos de la urbanización en México, la zona metropolitana del Valle de México suma más de 20 millones de habitantes; la de Guadalajara, 4.4 y la de Monterrey, 4.2 millones de pobladores de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Población (2015). Las 74 zonas metropolitanas mexicanas representan casi un 63 por ciento de la población total del país.
Las ciudades latinoamericanas en general se enfrentan al reto de contar con una población cada vez más envejecida con una infraestructura de hasta 60 años de antigüedad, que es necesario ajustar.
El consumo de energía es más alto en las urbes por la industrialización y el número de población que trae consigo el aumento de necesidades sin resolver, México y América Latina necesitan ciudades planificadas y pensadas para ser más eficientes.

Según el Informe Regional Movilidad Eléctrica de Euroclima y ONU Medioambiente, la flota de automóviles en la región llegará a 200 millones de unidades en 2050, lo cual podría agravar esta situación si no se avanza con la celeridad necesaria. El sector transporte es responsable actualmente de un 19% de las emisiones de CO2.
Sin embargo, América Latina tiene la ventaja de contar con la matriz eléctrica más verde del mundo; el 61% de la generación eléctrica es renovable en la región, según datos de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade).
A nivel global, el Informe 2018 de REN21 sobre el Estado Global de las Renovables, mostró que la generación de energías renovables experimentó su incremento anual más grande con un 178 GW a nivel global en 2017, si bien las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con energía aumentaron 1.4% el pasado año, por lo que la transición no está avanzando a la velocidad requerida
Según Samaniego, para las ciudades latinoamericanas las oportunidades están en mejorar los sistemas de transporte masivo “reorganizándolo, modificando las tecnologías de los vehículos  de modo de hacerlos de una calidad que los vuelva atractivos, que fomente la cohesión social, que sean inclusivos y un motor de desarrollo”
América Latina es el lugar ideal para promover la movilidad eléctrica por su matriz eléctrica tan limpia y este es también el momento adecuado, ya que los costos de los vehículos eléctricos, sobre todo de las baterías, están cayendo un 14%  cada año, lo cual significa que en cinco años el precio de los vehículos eléctricos podría ser equiparable al precio de los vehículos convencionales.
De acuerdo con el Informe Regional sobre Movilidad Eléctrica, el despliegue de este sistema de movilidad en América Latina podría significar un ahorro en combustibles de aproximadamente 85 mil millones de dólares para 2050
Para Alejandro Miranda, ejecutivo principal del CAF, las ciudades en América Latina presentan enormes desafíos pero al mismo tiempo enormes oportunidades para lograr un desarrollo sostenible compatible con el clima.
Otro aspecto importante en la transformación de las ciudades es el tema de la adaptación al cambio climático.  Según Miranda, se requiere impulsar intervenciones holísticas en la planeación urbana y territorial con visión de largo plazo e integrales, que consideren tanto la mitigación como la adaptación al CC, además de acceso a información clara, oportuna y confiable para la toma de decisiones.
Cabe mencionar que este tema será analizado por expertos en el I Congreso Latinoamericano sobre Sostenibilidad, Ecología y Evolución (SEE). Del 26 al 29 de septiembre del 2018 en Parque Viva (La Guácima, Costa Rica).

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