Hay vidas que superan la
trama de cualquier película u obra de teatro y una de ellas es la de actriz de
Hollywood Hedy Kiesler, quien sumó a su espectacular belleza una inteligencia
fuera de serie, lo que le permitió no solo salvar su vida, sino sentar las
bases para creaciones que hoy en día disfrutamos.
En La única mujer,
publicada bajo el sello editorial Planeta, la autora Marie Benedict comparte al
mundo la vida de la austriaca Hedy Kiesler, una joven y arrojada actriz judía
que llegó a escandalizar a la sociedad de su tiempo, pero que se valió de su
prodigiosa belleza para protegerse y proteger a sus padres ante la inminente
dominación nazi.
La herramienta utilizada no
era la mejor, pero sí la más efectiva: casarse con el millonario Fritz Mandl,
quien no solo la obliga a renunciar a su profesión y a su religión, sino que la
convierte en una prisionera de gran lujo en las varias residencias que poseía
en la Austria que antecedió al inició de la Segunda Guerra Mundial.
Mandl había hecho su
fortuna como fabricante de armas y municiones que vendía al mejor postor, en
este caso Hitler y Mussolini, lo que le daba acceso al mundo de la política y
los poderosos, donde el broche de oro era su esposa, una deslumbrante belleza a
la que la mayoría etiquetaba como hueca e inofensiva, ignorando que poseía una
mente y una memoria brillantes que le permitían transmitir a su esposo todo
cuanto escuchaba y podía servir a su causa.
“Mi esposo me permitió
permanecer en la mesa porque me había convertido en algo parecido a los
Rembrandt en las paredes o la porcelana Meissen en la vitrina: un ornamento
invaluable e inanimado que podía exhibir como símbolo de su riqueza y
habilidad, nada más”, lamentaba Hedy.
Pero los celos y exigencias
de su esposo, y el riesgo que corría su vida con los cambios políticos que
experimentaba Europa, empujan a Hedy a planear su huida y escapar a Estados
Unidos, donde su astucia la lleva a lograr un jugoso contrato en Hollywood
protagonizar importantes películas de la época.
Sin embargo, no olvida
todos los conocimientos y secretos del Tercer Reich que obtuvo acompañando a su
esposo en interminables compromisos sociales; así que busca aliados para
diseñar equipos tecnológicos de avanzada que podría poner al servicio de los
Aliados, encabezados por Estados Unidos, pero que tienen alcance hasta nuestros
días.
Marie Benedicy, comenzó a escribir
novelas biográficas donde visibiliza el papel de las mujeres a lo largo de la
historia. Es autora de las novelas: The
Chrysalis, The Map Thief, Brigid of Kildare (escritas bajo el
pseudónimo Heather Terrell), El otro Einstein y Carnegie’s Maid.

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