Gerardo Ceballos,
investigador y Dr. en Biología de la UNAM, detalló a este reportero que al extinguir una
especie es como si se le quitará un ladrillo a una pared y el hacer eso de
forma constante hará imposible que el muro se mantenga de pie y al caer
arrastrará a todas las demás razas.
Ejemplificó que
muestra de la insalubridad de los ecosistemas se refleja en los problemas de
salud que padece la humanidad con el coronavirus (Covid-19) que paso de ser una
cepa animal a afectar la salud del hombre.
El investigador
mexicano subrayó que en México y en el propio planeta no se comprende la
realidad y grave problema que conlleva la extinción de especies de flora y
fauna. “Vamos al precipicio en pérdida de especies. Estamos comenzando lo que
se ha dado en llamar la sexta gran extinción de biodiversidad y estamos a 25
años de un posible colapso global de la biodiversidad”.
El Instituto
Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) y la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), han informado que una de cada 4 especies del país
puede extinguirse por causa del hombre en 30 años y esta situación se ha
agravado enormemente ya que en la última década aumentaron en 27.7% las
especies en peligro de extinción, aunado a que se padece anualmente por la
deforestación y cambio de uso de suelo de cerca de 600 mil hectáreas de
manglares, bosques y selvas de forma anual.
Abundó que el tráfico
de biodiversidad provoca que las autoridades mexicanas decomisen un Tigre de
Bengala en Acapulco, Guerrero o un Puma en Tepozotlan, Morelos, cuestiones que
calificó de “inentendible”, pues no tiene razón que particulares tengan
animales carnívoros de gran tamaño.
Detalló que
“debemos cambiar la ley que permite que alguien compre un animal en una Unidad
de Manejo Ambiental (UMA) y tras el crecimiento de la fauna no sepa que hacer
con ellos”.
Hizo un llamado
para entablar un diálogo abierto entre legisladores y la Secretaría de Medio
Ambiente federal (Semarnat) para modificar las leyes ambientales del país. “Un
primer punto que debe reglamentarse es no satanizar a la fauna silvestre de
gran tamaño que al escapar busca de comer, ya que, debido al estrés o la
violencia que sufre llega a atacar a sus propios dueños”.
La naturaleza está
en crisis y la ONU informó que un millón de especies animales y vegetales a
nivel global están en peligro de extinción y los ecosistemas naturales se han
reducido en promedio en un 47%.
Solo en América
Latina, cuatro especies ya han desaparecido completamente en los últimos
15 años: la tortuga gigante de Pinta, el guacamayo azul, el sapo dorado y la
foca monje del Caribe.
Cabe
recordar que en el mundo habitan más de 108 mil especies conocidas, según datos
del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), de estás en México están presentes
el 6.5% de la biodiversidad mundial.
Un aspecto que en
fechas recientes ha sido muy interrelacionado con la preservación de la
biodiversidad y los ecosistemas, es la salud humana. Al respecto, el secretario
de Salud federal, Jorge Alcocer Varela, ha declarado que la medicina tiene que
ampliar su bagaje de estudios y considerar al Cambio Climático como un anónimo
factor que desemboca en las nuevas enfermedades que afectan al hombre y
ejemplificó con el Covid-19.
Ratificó que los
nuevos expertos en la medicina tienen que tener una visión de aprendizaje más
abierta en sus estudios y conocimientos para el tratamiento de diversos
padecimientos, sin dejar de lado, la vertiente ambiental.
Se tiene
documentado que algunas enfermedades, como el Zika, se transmiten al hombre por
animales como los mosquitos y las garrapatas y se puede esperar que se
propaguen a medida que aumenta el calentamiento del planeta, pero son los
humanos quienes transmiten COVID-19, sin embargo, se sabe que la contaminación
del aire hace que las personas sean más susceptibles a las enfermedades
respiratorias y más proclives a contagiarse de esta pandemia.
Aunque, desde que se recomendó en México el distanciamiento
social por el Covid-19, las principales avenidas del país lucen
descongestionadas de automóviles de todo tipo y gran parte de las actividades
cotidianas se detuvieron, sin embargo, sólo han reducido las emisiones
contaminantes pero no las concentraciones de bióxido de carbono, que es la
principal causante del cambio climático, informó Greenpeace.
El
informe sobre el Estado del Clima Mundial de la Organización Meteorológica
Mundial (OMM), detalla que se debe trabajar para mitigar las afectaciones
generadas por el Cambio Climático, pues a pesar de que el Covid-19 tiene
preocupado al mundo, no deben reducirse los esfuerzos en la lucha contra el calentamiento
global.

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