La industria de la
construcción en México retomó actividades y es una rama laboral que involucra a
185 de las 262 ramas económicas del país. También emplea a 6.1 millones de
trabajadores, según la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción
(Cimic).
En el 2019, aportó 7.7 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB) nacional, tal cual lo informó la la Confederación
de Cámaras Industriales (Concamin).
Al igual que la minería y fabricación de equipo de
transporte, la construcción es considerada actividad esencial en el país. Por
esto, retomó actividades el pasado 1 de junio como parte de la “nueva
normalidad”.
Para que esta reactivación se lleve a
cabo de manera correcta, la Cimic publicó el Protocolo de Regreso a las obras
de Construcción.
Este documento fue revisado y aprobado
por la Secretaría de Salud del gobierno mexicano. Incluso, las medidas que
vienen ahí están alineadas a las directrices del gobierno federal a través de sus
diversos organismos en salud, trabajo y seguridad social.
“El objetivo es proporcionar seguridad a
los trabajadores de la industria y su cadena de valor. Adoptando las medidas de
contención, prevención y control adecuadas para proteger su salud en las
oficinas y obras de construcción”, dice el protocolo.
Asimismo, expone que antes de implementar
las medidas correspondientes, los centros de trabajo deben definir si son una
micro, pequeña, mediana o gran empresa. Además, el sector al que pertenecen y
el número de personas que laboran ahí.
También, deberán capacitar a los
empleados de las empresas constructoras —por medios electrónicos y
videoconferencia— sobre los nuevos procedimientos de salud e higiene en el
trabajo:
“Los empleados que cursen la capacitación
obtendrán una constancia y una credencial que acredite los conocimientos
adquiridos”, explica el documento.
En el caso de la Ciudad de México, las
empresas de este sector deberán cumplir con los lineamientos establecidos por
el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Además de cubrir los
requerimientos establecidos por las autoridades locales. Por ejemplo, reducir
los días labores y establecer horarios escalonados, tal como lo informó Claudia
Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Por otro lado, Arturo Herrera, titular de
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), explicó en sus redes
sociales que la construcción y el comercio exterior dos áreas clave para
reactivar la economía del país.
Para ello, el gobierno acelerará el gasto
programado para los meses octubre y noviembre de 2020. Ese dinero, según el
secretario, será para proyectos que impacten en mayor medida en la generación
de empleo, como el Aeropuerto de Santa Lucía.
De
acuerdo con Leonardo González, analista real estate en Propiedades.com, la
construcción tiene volatilidad de precios en materias primas como cemento y
acero. Por lo que la reactivación de actividades puede verse reflejada en la
estabilidad de precios.
Esto, según el especialista, permitirá
cotizar mejores costos en vivienda. Así como cierres de compraventa más rápidos
en todo el país. Además, se espera que esta industria adopte nuevas técnicas,
considere amenidades innovadoras en las viviendas y refuerce las medidas de
protección civil.

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