Los signos del cambio climático y los daños al medio ambiente son cada vez más visibles. La creciente cantidad de residuos amenaza aún más la salud de nuestros ecosistemas naturales y de las personas que viven y trabajan en ellos.
Las sociedades y las empresas están
llamadas a contribuir a un futuro más sostenible, con el núcleo de la
sostenibilidad siendo garantizar que los comportamientos globales de producción
y consumo sean compatibles con los objetivos medioambientales.
Para ayudar a abordar tanto la
crisis climática como otros retos medioambientales como el uso del agua y la
generación de residuos, la marca DHL ha publicado el nuevo estudio “Delivering
on Circularity”, que analiza en profundidad cómo las economías circulares
pueden ayudar con estos retos.
“En pocas palabras, la
circularidad consiste en las 5R: Reducir, Reparar, Revender, Reacondicionar y Reciclar.
La transición hacia una economía circular
se basa en el rediseño de las cadenas de suministro”, afirma Katja Busch,
directora comercial de DHL.
“Las soluciones logísticas
innovadoras pueden ayudar a impulsar la circularidad; son un elemento clave
para facilitar tanto los flujos físicos como los de datos. Especialmente cuando
se trata de optimizar los volúmenes de producción y los materiales, ampliar los
ciclos de vida de los productos, lanzar nuevos modelos de uso o desarrollar
nuevas soluciones para el reciclaje al final de su vida útil”.
El impacto más significativo
en el impulso de la circularidad podría provenir de las industrias de la moda y
la electrónica de consumo. Los líderes del sector ya están participando
activamente en el cambio de paradigma hacia la circularidad, anunciando
objetivos ambiciosos y lanzando una amplia gama de iniciativas.
El potencial impacto positivo
que puede tener la circularidad en estas dos industrias es significativo.
Alrededor del 20% de las prendas producidas no se utilizan nunca, y los
smartphones suelen cambiarse en el transcurso de dos o tres años. Ambos
sectores combinados contribuyen a más del 6% de las emisiones mundiales de
Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Para producir dispositivos
electrónicos se necesitan muchos recursos no renovables, como tierras raras y
metales. Además, estas industrias son responsables de un uso considerable del
suelo (más que la superficie de Alemania y Suiza juntas), de consumo de agua
(equivalente al 40% del consumo anual de agua de los ciudadanos
estadounidenses) y de la generación de residuos (equivalente a aproximadamente
el 50% de los residuos anuales de los europeos).
Dado que el 80% de las
emisiones de un artículo promedio de moda o electrónica de consumo se acumulan
durante la producción, es necesario prolongar la vida útil del producto todo lo
que sea posible.
“El cambio hacia los comportamientos circulares de los consumidores es
un motor crítico para una transición exitosa hacia la circularidad. Los
comportamientos de los consumidores aumentan el número de bienes que vuelven a
fluir en el ciclo y señalan la demanda a las marcas de productos circulares. Y la tendencia hacia una demanda más
sostenible va en aumento”, afirma
Por su parte, Carsten Lützenkirchen, vicepresidente senior de DHL Customer
Solutions & Innovation, dijo que “los novedosos modelos de negocio
circulares no solo diversifican las carteras de productos y servicios, sino que
tienen un efecto positivo en el compromiso de los clientes. Es una situación
clásica en la que todos ganan y en la que la sostenibilidad impulsa el
crecimiento y la innovación”.
“Por supuesto, es más complejo
establecer cadenas de suministro para la producción bajo demanda o ciclos de
reciclaje y gestionar el flujo masivo de datos, pero para alcanzar
conjuntamente nuestros ambiciosos objetivos medioambientales es necesario
abordarlo. Estamos deseando asociarnos con las partes
interesadas en la circularidad sirviendo de facilitadores de los nuevos flujos
físicos y de datos dentro del circuito de suministro”.
A lo largo de la cadena de
valor del producto, se ha identificado tres habilitadores básicos y diez
pilares que permiten una transición exitosa de las cadenas de suministro a los
bucles de suministro. Estos van desde los materiales y el diseño innovadores
hasta la producción bajo demanda, las devoluciones inteligentes de productos,
los embalajes reutilizables, los nuevos conceptos de uso y la recogida y el
reciclaje de activos. Sobre todo, hay que incentivar el comportamiento circular
del consumidor.
Además, hay que rediseñar las
cadenas de suministro y permitir la visibilidad y la orquestación para que la
circularidad sea viable. Un esfuerzo concertado entre todos los actores puede
hacer que la transición hacia la circularidad sea exitosa y gratificante. En
términos de ahorro de emisiones, la circularidad parece ser una forma
comparativamente conveniente e impactante de reducir las emisiones. Alcanzar el
50% de circularidad ahorra tantas emisiones de GEI como si todos los usuarios
de streaming del mundo dejaran de ver contenidos de vídeo durante cinco años.
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