El municipio de San Miguel de Allende tiene una población permanente de casi 170 mil personas que representan u hablan idioma de 62 naciones del planeta, lo que conlleva a grandes desafíos para las urbes del bajío, que se han convertido en ciudades con alta presencia de extranjeros que busca trabajo, educación y una nueva forma de vida.
En el caso del estado de Querétaro
residen más de 24 mil extranjeros procedentes de 75 países, de acuerdo con
datos de la Unidad de Política Queretana. Mientras que datos del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y se señala que en el Estado se tienen
más de 680 mil inmigrantes y más de 211 mil emigrantes y de 2015 al 2020 el
número de personas procedentes de otras entidades de la República es mayor a
195 mil, mientras que más de 18 mil queretanos han dejado el estado para
residir en el extranjero.
Al respecto, Carlo Gallardo, director de
Desarrollo Comercial de grupo inmobiliario la Santísima Trinidad, indicó que el
crecimiento urbano planificado y vivir en destinos de gran atractivo turístico
son una moda para mucha población internacional.
Destinos en el bajío tiene un nicho de
oportunidad muy amplío para nuevas viviendas, pues son ciudades que conjuntan
acceso al aire libre y urbanismo. El caso de San Miguel de Allende, es una zona
que tiene a tres horas a 50 millones de personas.
Sobre Querétaro o León, y otros sitios
del bajío, tienen grandes mercados como es el sureste y noroeste u el propio
Mérida. “Se puede avanzar con casas simples y con acceso a la vivienda sin
tanto urbanismo que algunas personas ya no gustan tras la pandemia. También
tenemos zonas campestres que están detonando en Monterrey”.
“En Querétaro y Guanajuato tenemos mucho
acercamiento con sus instancias de gobierno que tiene grandes apuestas a
sectores de vivienda campestre, turismo, viñedos, etc.”, acotó.
Cabe mencionar que el Instituto Nacional
de Migración había registrado que en los últimos cinco años México ha regresado
a su país a 507 mil 309 personas. Este año, 150 mil personas han pedido refugio
en el país.
Cabe mencionar que en las dos últimas
décadas, México se ha perfilado como un país de destino receptor de migrantes,
principalmente provenientes de Centroamérica. Ello se suma a su tradicional
característica de país de tránsito de flujos migrantes hacia Estados Unidos,
así como de receptor de migrantes de ese país y de retorno de connacionales,
señala un estudio de la integración de la población inmigrante a la sociedad
mexicana, a cargo de la Universidad Iberoamericana.
El documento menciona además algunos
otros factores que abonan a este aumento: el discurso antiinmigrante del
periodo del expresidente Donald Trump, que colocaba a México como tercer país
seguro; las caravanas migrantes desde Centroamérica de 2018, y el éxodo de
haitianos y venezolanos.
Respecto de las aproximadamente 800 mil
personas de origen estadounidense que residen en el país, y que constituyen el
66 por ciento de la población extranjera, el documento prevé altas
probabilidades de que este contingente regrese a su país de origen en cuanto la
situación económica del vecino país del norte se mejore.
La
población nacida en el extranjero que en 2020 vivía en México se concentró
en pocas entidades federativas, con más de 100 mil personas se destacan Baja
California, con 142 mil 707 personas, Ciudad de México (106 mil 184),
Chihuahua (97 mil 812) y Jalisco (87 mil 619 residentes). En contraste, con
menos de 10 mil personas, están: Tlaxcala (4 mil 249), Tabasco (6 mil 154) y
Campeche (6 mil 836), la región sur-sureste presenta el menor volumen de esta
población.
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