El cocotero (Cocos nucifera) es
un cultivo de gran importancia, tanto en el nivel económico como de
subsistencia, pues de él dependen directamente 80 millones de personas, en más
de 80 países, y se cultiva en una superficie de 12 millones de hectáreas. Se le
conoce como el árbol de la vida, ya que se pueden utilizar todas sus partes
para obtener una gran diversidad de productos.
Productos que
son procesados desde forma manual, como la tuba o las artesanías; y en el nivel
industrial, el coco rallado, el aceite, el sustrato y los licores.
En comunicado de prensa se informó
que en años recientes se han desarrollado áreas industriales de gran
crecimiento en torno al coco: el agua se envasa; el aceite de la carne —es
decir, la parte blanca— se utiliza para producir biodiésel; la concha sirve
para hacer carbón activado, y crear, entre otros objetos, filtros para
mascarillas y para purificar gases industriales; en la industria automotriz,
Mercedes-Benz, Ford y otras empresas actualmente utilizan la fibra en sus
accesorios y desarrollan nuevos materiales para autopartes con base en la
combinación de la fibra con polímeros.
En México destaca
que a últimas fechas se ha investigado el cocotero para aprovecharlo en la industria
de la construcción.
La
posibilidad de productos que se puede desarrollar en torno a esta palmera es
muy grande. En los Estados Unidos y Europa está creciendo el consumo de agua de
coco por ser benéfica para la salud y el medio ambiente. Brasil es un buen
ejemplo del potencial que representa a nivel industrial el cocotero. Desde hace
varios años este país sudamericano embotella el agua de coco, logrando crear
una sólida industria basada en este producto; en agosto de 2009, la segunda
refresquera más grande del mundo compró los derechos de una importante empresa
de Brasil, y ahora la proyección es distribuir la bebida a nivel mundial.
Desafortunadamente,
a pesar de todo el potencial del cocotero, hay problemas que lo afectan
seriamente, dando como resultado una disminución de la productividad, la
superficie de cultivo y la producción nacional en la mayoría de los países que
lo siembran. Las problemáticas más apremiantes son las de tipo fitosanitario y
las de manejo ineficiente del cultivo. Desde el punto de vista fitosanitario,
aunque hay muchos problemas, el más serio es el amarillamiento letal del
cocotero (alc), una enfermedad
devastadora que ha matado a millones de palmas en diferentes países del Caribe,
en algunas naciones africanas y, recientemente, se reportan enfermedades
similares en Asia.
Por
tal razón, en el Centro de Investigación Científica de Yucatán (cicy) al sureste de México, el Grupo de
Cocotero que coordina Carlos Oropeza Salin, en el que participan Daniel Zizumbo
y Luis Sáenz, entre otros, realiza desde hace 20 años estudios sobre el alc, enfocando su trabajo en tres líneas
de investigación: búsqueda de germoplasma resistente; estudios para entender
mejor el alc y aumentar la capacidad para su
manejo; así como desarrollar tecnología para la propagación in
vitro del
cocotero.
Para fortalecer
la cadena productiva del cocotero, los países trabajan a partir de diversos
ángulos, unos, en la fabricación de productos o en la siembra de la palma y,
otros, en diferentes investigaciones. México aporta, a través de los trabajos
de la Red Mexicana del Cocotero, conocimiento especializado para enfrentar el
problema del alc, incluyendo la propagación masiva in
vitro del
cocotero resistente alalc.
“Mi contribución
como parte de un grupo interinstitucional, afirma Carlos Oropeza, es haber
participado en realizar investigación que, además de generar conocimiento, ha
permitido desarrollar tecnología que está siendo útil para enfrentar problemas
del cocotero y así poder fortalecer a la cadena productiva de este cultivo.
Esto ha sido posible gracias a la colaboración entre investigadores de
diferentes países, sumando capacidades y esfuerzos”.
Estos avances
han permitido establecer, en colaboración con el Consejo Nacional del Cocotero
(Conacoco) y el Comité del Sistema Producto Palma de Coco, campañas estatales
de replantación y nuevas superficies con palmas resistentes al alc.
También
es importante subrayar que ahora se puede contar con una tecnología para la
propagación masiva in
vitro de
cocotero resistente al alc.
En esta última tecnología hay interés por parte de empresarios nacionales y
extranjeros para su transferencia, habiéndose ya iniciado pláticas para la formalización
de este objetivo.
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