Ante la próxima temporada de huracanes en el país, que
se prevé comience este 15 de mayo, el Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH) ha implementado el Programa de Prevención de Desastres en
materia de Patrimonio Cultural (Previnah), para la protección de monumentos
históricos y zonas arqueológicas que se ubican en los estados costeros.
De
acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, este año se estima
la formación de aproximadamente 18
ciclones tropicales, de los cuales 9 alcanzarían la categoría de
tormentas tropicales, 5 huracanes
moderados (categorías 1 o 2 en la Escala de Saffir-Simpson) y 4 huracanes intensos (categorías 3, 4
o 5) en el océano Atlántico.
Para el océano Pacífico, el pronóstico es de
14 huracanes, de los cuales 6 serían tormentas tropicales; 4 huracanes
moderados y 4 más, huracanes intensos. No obstante, el Servicio Meteorológico
Nacional, emitirá una segunda versión del pronóstico en junio próximo.
Dichos fenómenos meteorológicos podrían
comenzar el 15 de mayo en el Océano Pacífico
y el 1 de junio en el Atlántico, finalizando oficialmente el 30 de noviembre.
El periodo con mayor actividad ciclónica comprende los meses de agosto y
septiembre, cuando se presenta el mayor número de huracanes.
Como medidas de prevención y salvaguardia del
patrimonio arqueológico localizado en áreas susceptibles de sufrir daños a
causa de los meteoros, cada una de las delegaciones del INAH en el país ha
llevado a cabo diversas acciones en los meses previos, entre ellas la
colocación de gaviones alrededor de las zonas que cuentan con terrazas prehispánicas,
y de lonas para proteger las estructuras.
Asimismo,
se han instalado techos de palma para evitar daños en las estelas, se levantaron
diques para proteger las construcciones, se colocaron costales de arena y se
dio mantenimiento
a los sistemas de acueductos prehispánicos para
evitar acumulación de basura, tierra hojarasca, crecimiento de plantas,
etcétera, que pudiera afectar el paso del agua generada por lluvias intensas.
También
se hizo poda de árboles, con el fin de prevenir que los fuertes vientos
propicien la caída de ramas y ocasionen daños a los visitantes, vehículos,
instalaciones y estructuras arqueológicas.
Otra
medida es el monitoreo permanente
del flujo de agua pluvial en los canales de desfogue, a cargo del personal de
mantenimiento del sitio arqueológico, apoyados con herramientas necesarias en caso
de obstrucción de los canales.
Por su parte, la Dirección de Operación de
Sitios del INAH ha desarrollado el Sistema de Información para el Manejo de
Zonas Arqueológicas, que entre otros aspectos, incluye información referente a
peligros de origen natural y antropogénico, con el fin de identificar aquellos
a los que están expuestas las zonas arqueológicas y su entorno geográfico.
Por
su ubicación, las zonas arqueológicas con alta probabilidad de incidencia de
ciclones tropicales son Tulum, Xelhá, San Gervasio, Cobá, Caracol-Punta Sur,
San Miguelito, El Meco, El Rey, Calica, Muyil e Xcaret, que se ubican en los
estados de la península de Yucatán, así como Soledad de Maciel, Las Labradas y
Sierra de San Francisco, cercanas al océano Pacífico.
Ante esto, cada Centro INAH ha elaborado un
plan de contingencia como medida preventiva para afrontar cualquier situación
de riesgo y garantizar la continuidad de las actividades de las zonas
arqueológicas.
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