Diversas
organizaciones civiles dieron a conocer que los desarrolladores del proyecto
turístico Cabo Dorado, que pretende construirse en Baja California Sur, promete
empleos en la zona pero no dicen que se quedarán con la poca agua disponible
para abastecer a todas las comunidades de la región; hablan de desarrollo pero
no reconocen que el complejo propuesto impactará la reserva marina del Parque
Nacional Cabo Pulmo (PNCP) y con ello la actividad pesquera de la zona.
Por
ello pidieron que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat) -quien convocó a una Reunión
Pública de Información sobre el proyecto Cabo Dorado para este jueves 8 de
mayo- reconozca todos estos temas para
así realizar una evaluación objetiva de los impactos ambientales negativos que
traerá este nuevo proyecto impulsado por La Rivera Desarrollos y negar el
permiso para la construcción de este complejo de 22 mil 503 cuartos de hotel,
cuya demanda de servicios pone en riesgo la subsistencia de las comunidades.
Por
ello, Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo (ACCP), el Centro Mexicano de
Derecho Ambiental (Cemda), COSTA SALVAjE, Defensa Ambiental del Noroeste (DAN),
Greenpeace y el Grupo de los 100, presentarán en dicha reunión pública los
argumentos técnicos y científicos recabados por especialistas para solicitar a
las autoridades ambientales federales negar el permiso de impacto ambiental
para la construcción de este complejo turístico en la zona de Cabo del Este.
Las organizaciones alertaron que este
desarrollo turístico es violatorio a diversos ordenamientos locales y que la Manifestación de Impacto Ambiental
(MIA) entregada por la desarrolladora presenta diversas deficiencias:
1.-
Pone en riesgo al arrecife considerado como Patrimonio Mundial por la Unesco y
humedal de importancia internacional bajo la Convención Ramsar.
2.-
El programa de manejo del PNCP establece como área de influencia 200 metros
alrededor del polígono del mismo, así que legalmente no hay duda de que los
terrenos del proyecto que dan a la playa de la reserva marina están dentro de
su zona de influencia, omisión grave de Cabo Dorado que plantea su proyecto
como si estuviera de espaldas al mar.
3.-
El proyecto turístico que plantea la construcción de 22,503 cuartos a un lado
del PNCP contraviene el Programa de
Ordenamiento Ecológico de Los Cabos (POEL) ya que se pretende construir
infraestructura sobre las zonas de recarga de los acuíferos y además no se
considera el abasto de agua de las poblaciones que se generen.
De
realizarse, este proyecto crearía un nuevo asentamiento urbano de alrededor de
440 mil habitantes cuya demanda de agua sería de 50 millones de metros cúbicos
anuales, por lo que pondría en grave riesgo la seguridad hídrica de los habitantes
de Baja California Sur.
5.-
Tomando como base que en los 22,503 cuartos haya un consumo promedio de 1000
litros de agua al día se requerirá de un volumen de 8.2 millones de metros
cúbicos anuales, y no los 3.6 millones de metros cúbicos anuales reportados en
la MIA, Por lo tanto, la
SEMARNAT está imposibilitada para evaluar los impactos ambientales que se
generarían en el acuífero de Santiago, el único no sobreexplotado del
municipio de los Cabos.
“La Semarnat no puede ni debe dejarse
deslumbrar por lo supuestamente Dorado de este proyecto. Es su obligación
atender la evidencia científica y cumplir con su mandato de preservar el medio
ambiente y no ceder ante presiones por un supuesto desarrollo económico
inmediato que ponga en riesgo el futuro de la región”, indicó Raúl Estrada,
vocero de Greenpeace.
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