Los poderosos
ritmos del rock y la tradición milenaria de una lengua ancestral unieron sus
sonoridades durante la presentación del grupo seri Hamac Caziim (Fuego divino).
Cuyo vocalista, Francisco Molina “El Indio”, dijo que la agrupación
originaria de Punta Chueca, Sonora, zona norte del país, fusiona la música
tradicional de la comunidad seri o comca’ac con el rock.
Explicó que en su
comunidad hay dos tipos de cantos: unos para fiestas y otros para ceremonias,
declaró que “las que interpretamos son festivas, las ceremoniales jamás las
tocamos porque son sagradas, no podemos cantarlas en conciertos o fiestas porque
las personas que asisten no llevan esa espiritualidad que se necesita para
hacer los rituales, sería una falta de respeto a nuestra cultura el hacerlo”.
La labor cultural
que realiza la agrupación seri a través de la música, refirió, busca que los
jóvenes de las grandes urbes sepan que aún existen etnias en el norte de
México, y es un esfuerzo para tratar de concientizar a la juventud indígena que
está en las ciudades para que, cuando estén con compañeros de su cultura,
hablen su idioma, cuiden y difundan sus costumbres, sin importar el lugar donde
estén.
Francisco
Molina indicó que cada presentación está plagada de elementos emblemáticos
de su comunidad, como la vestimenta, la pintura facial y sus danzas; “en un
concierto de Hamac Caziim hay muchos cantos seris, mucha energía, hay ritmos
muy rápidos y pronunciados cambios de ritmo, no nos quedamos en el clásico 4
por 4, nuestros compases son un poco sincopados, eso es lo que nos hace
diferente a los demás grupos con raíz indígena que interpretan músicas
actuales”, se informó en comunicado de prensa del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH).
La misión
emprendida por la banda ha tenido frutos, el reconocimiento por parte de la
sociedad que no es indígena, así como el acercamiento de muchos jóvenes que les
han dicho que gracias a lo que hacen se animaron a danzar, a cantar en seri,
tomar la sonaja y el tambor, participar en las ceremonias y retomar sus cantos.
“Por eso tratamos
de hacer esta música a través del rock, para concientizar a la juventud de que
nuestros idiomas son muy importantes. Los ritmos rockeros y metaleros nos
llegaron muy fuerte, nos ‘apantallaron’, vimos que son poderosos, que no hay
cultura que no penetren, por lo que decidimos utilizarlo para hacer llegar
nuestro mensaje”, comentó Molina.
“Reconozco el
esfuerzo que hacen las instituciones por llevar nuestra cultura a sus espacios,
veo con agrado este hecho. El que se arriesguen hacer algo que hasta cierto punto
sea ajeno a lo establecido en las sociedades modernas es de reconocerse”,
finalizó.
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