La
organización ambientalista Greenpeace presentó el informe “Agricultura
Ecológica: los siete principios de un sistema alimentario que se preocupa por
la gente”, en el que se destaca la importancia de preservar la
biodiversidad desde la semilla hasta el plato, como una alternativa social y
económicamente viable para enfrentar el hambre en el mundo.
Actualmente,
“la producción de alimentos se basa en un sistema de agricultura industrial que
promueve el monocultivo. Grandes áreas de suelo se destinan a plantas
genéticamente uniformes, disminuyendo la biodiversidad y quitando refugio a
plantas y animales silvestres. Este tipo de agricultura minimiza los servicios
de un ecosistema funcional y afecta gravemente nuestra salud con dietas pobres
y sin diversidad nutricional”, señala el estudio elaborado por Reyes Tirado,
especialista de la Unidad Científica de Greenpeace en los Laboratorios de
Investigación de la Universidad de Exeter, Reino Unido.
De
acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), los monocultivos han reducido la cantidad de plantas y de
animales que se utilizan en agricultura. Sólo 120 especies de plantas
cultivadas y 14 especies de mamíferos y aves proporcionan el 90 por ciento del
alimento humano (…) En México, hoy se conoce sólo el 20 por ciento de las
variedades de maíz existentes en 1930.
“Pese
a ello, en nuestro país han subsistido sistemas agrícolas milenarios como
la milpa, que cultivan la tierra de manera natural y proveen comida sana para
las personas, protegiendo la biodiversidad. Hoy, estas prácticas son una
opción para enfrentar los retos alimentarios en el país y frenar los impactos
ambientales generados por la agricultura industrial”, señaló Sandra Laso,
campañista de Comida Sana, Tierra Sana de Greenpeace México.
“Es
urgente transitar hacia la agricultura ecológica que proteja los hábitats
naturales, y permita diversificar los cultivos, reorientando los apoyos
gubernamentales hacia los pequeños productores”, agregó Laso.
México
es considerado un país megadiverso, se encuentra dentro del grupo de 12
naciones alrededor del mundo que poseen casi el 70% de la diversidad de
especies a nivel global. Al mismo tiempo, enfrenta el reto de transitar hacia
una agricultura ecológica que permita preservar esa diversidad vulnerada por
los monocultivos y uso excesivo de plaguicidas empleados en la agricultura
industrial.
Actualmente, el 80% de la
tierra cultivada en México es propiedad de pequeños productores, son ellos
quienes proveen el 40% de los alimentos que consumimos, sin embargo reciben
menos del 10% de los apoyos gubernamentales destinados a la agricultura, la
mayor parte de los recursos se concentran en los grandes productores quienes
privilegian el monocultivo.
La
actividad agropecuaria en México está presente en 145 millones de hectáreas de
las 198 que integran el territorio (73%). Cerca de 30 millones de hectáreas son
tierras de cultivo y 115 millones son para producir forraje para el ganado y
animales silvestres. Greenpeace promueve a través del sitio www.greenpeace.mx/comidasana una
agricultura ecológica para garantizar cultivos y alimentos saludables a
largo plazo.
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