Los países desarrollados deberían
hacer todo lo posible para aumentar y acelerar su apoyo a las naciones en
desarrollo que tratan de adaptarse a los efectos dañinos del cambio climático,
afirmó hoy ONU Ambiente durante la última ronda de negociaciones sobre el clima
en la 22ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre Cambio Climático, COP22, en Marrakech, Marruecos.
En el marco del Acuerdo de París,
los países ricos se han comprometido a movilizar 100 mil millones de dólares al
año para 2020 para ayudar a los países en desarrollo a reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero (mitigación) y adaptarse al aumento de las temperaturas,
y a la vez aumentar esa cifra a partir de 2025.
Sin embargo, el Informa sobre la
brecha de adaptación de ONU Ambiente de 2016 muestra que únicamente el costo de
la adaptación para los países en desarrollo podría rondar entre 140 y 300 mil
millones de dólares en 2030, y de 280 a 500 mil millones en 2050, hasta cinco
veces más de lo que se estimaba previamente.
Erik Solheim, Director Ejecutivo de
ONU Ambiente, comentó que “el mundo se ha comprometido a ayudar a los países en
desarrollo a adaptarse a los trastornos y dificultades causadas por los cambios
tales como los patrones de precipitación alterados y el aumento del nivel del
mar”, dijo Erik Solheim, Director Ejecutivo de ONU Ambiente. “Tenemos que
mantener esa promesa, reducir la brecha de financiación para la adaptación y
evitar que aumente aún más redoblando nuestros esfuerzos para estabilizar el
clima en el mundo”.
Este Informe de ONU Ambiente,
encontró que el mundo todavía se encamina hacia el calentamiento global de 2.9
a 3.4 °C este siglo, mucho más allá del límite recomendado de 2 °C.
La falta de cumplimiento del límite
de calentamiento expondrá a los países en desarrollo a una mayor alteración
potencial, lo que puede llevar a costos de adaptación muchísimo más altos. De
igual manera, si se cumplen las metas el financiamiento seguirá siendo
necesario para suavizar el impacto del cambio climático.
La investigación de ONU Ambiente
muestra que la financiación bilateral y multilateral total para la adaptación
al cambio climático ha ido aumentando de manera constante y alcanzó los 25 mil
millones de dólares en 2014. De esa suma, 22.5 mil millones se destinaron a
ayudar a los países en regiones incluyendo el sur de Asia y África
subsahariana, con proyectos de gestión de agua y aguas residuales.
En el futuro, gran parte de este
apoyo se distribuirá a través de instituciones financieras de desarrollo. A
finales de 2015, se había aprobado para desembolso poco más de 35 mil millones
de dólares.
El Fondo Verde para el Clima, que se
espera que juegue un papel importante en financiar la adaptación, se ha fijado
el objetivo de comprometer 2.5 mil millones de dólares hasta finales de 2016.
Su directorio aprobó 10 proyectos en octubre, que abarcan mitigación y
adaptación. Hasta el momento se ha comprometido un total de 1.2 mil millones.
Mientras tanto, el Fondo para los
Países Menos Desarrollados ha aprobado proyectos con un valor de más de 170
millones de dólares, pero todavía no tiene fondos disponibles.
Detalló que “la construcción de la
resiliencia en los países en desarrollo podría prevenir tanto los desastres
naturales inducidos por el clima como el colapso económico más adelante, y
debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para identificar los proyectos
merecedores de fondos tan pronto como sea posible”.
El Informe sobre la brecha de
adaptación, publicado en mayo, es parte de los esfuerzos de ONU Ambiente para
ayudar a los países a cumplir sus objetivos climáticos. Complementa al Informe
sobre la brecha de emisiones, cuya edición de 2016 fue publicada el 3 de
noviembre, un día antes de que el Acuerdo de París entrara en vigor.
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