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miércoles, 16 de noviembre de 2016

Urge mayor financiamiento para adaptación al Cambio Climático: ONU

Los países desarrollados deberían hacer todo lo posible para aumentar y acelerar su apoyo a las naciones en desarrollo que tratan de adaptarse a los efectos dañinos del cambio climático, afirmó hoy ONU Ambiente durante la última ronda de negociaciones sobre el clima en la 22ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP22, en Marrakech, Marruecos.
En el marco del Acuerdo de París, los países ricos se han comprometido a movilizar 100 mil millones de dólares al año para 2020 para ayudar a los países en desarrollo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (mitigación) y adaptarse al aumento de las temperaturas, y a la vez aumentar esa cifra a partir de 2025.
Sin embargo, el Informa sobre la brecha de adaptación de ONU Ambiente de 2016 muestra que únicamente el costo de la adaptación para los países en desarrollo podría rondar entre 140 y 300 mil millones de dólares en 2030, y de 280 a 500 mil millones en 2050, hasta cinco veces más de lo que se estimaba previamente.
Erik Solheim, Director Ejecutivo de ONU Ambiente, comentó que “el mundo se ha comprometido a ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a los trastornos y dificultades causadas por los cambios tales como los patrones de precipitación alterados y el aumento del nivel del mar”, dijo Erik Solheim, Director Ejecutivo de ONU Ambiente. “Tenemos que mantener esa promesa, reducir la brecha de financiación para la adaptación y evitar que aumente aún más redoblando nuestros esfuerzos para estabilizar el clima en el mundo”.
Este Informe de ONU Ambiente, encontró que el mundo todavía se encamina hacia el calentamiento global de 2.9 a 3.4 °C este siglo, mucho más allá del límite recomendado de 2 °C.
La falta de cumplimiento del límite de calentamiento expondrá a los países en desarrollo a una mayor alteración potencial, lo que puede llevar a costos de adaptación muchísimo más altos. De igual manera, si se cumplen las metas el financiamiento seguirá siendo necesario para suavizar el impacto del cambio climático.
La investigación de ONU Ambiente muestra que la financiación bilateral y multilateral total para la adaptación al cambio climático ha ido aumentando de manera constante y alcanzó los 25 mil millones de dólares en 2014. De esa suma, 22.5 mil millones se destinaron a ayudar a los países en regiones incluyendo el sur de Asia y África subsahariana, con proyectos de gestión de agua y aguas residuales.
En el futuro, gran parte de este apoyo se distribuirá a través de instituciones financieras de desarrollo. A finales de 2015, se había aprobado para desembolso poco más de 35 mil millones de dólares.
El Fondo Verde para el Clima, que se espera que juegue un papel importante en financiar la adaptación, se ha fijado el objetivo de comprometer 2.5 mil millones de dólares hasta finales de 2016. Su directorio aprobó 10 proyectos en octubre, que abarcan mitigación y adaptación. Hasta el momento se ha comprometido un total de 1.2 mil millones.
Mientras tanto, el Fondo para los Países Menos Desarrollados ha aprobado proyectos con un valor de más de 170 millones de dólares, pero todavía no tiene fondos disponibles.
Detalló que “la construcción de la resiliencia en los países en desarrollo podría prevenir tanto los desastres naturales inducidos por el clima como el colapso económico más adelante, y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para identificar los proyectos merecedores de fondos tan pronto como sea posible”.

El Informe sobre la brecha de adaptación, publicado en mayo, es parte de los esfuerzos de ONU Ambiente para ayudar a los países a cumplir sus objetivos climáticos. Complementa al Informe sobre la brecha de emisiones, cuya edición de 2016 fue publicada el 3 de noviembre, un día antes de que el Acuerdo de París entrara en vigor.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Advierte ONU que el mundo debe acelerar mitigación adicional de 25% de emisiones al 2030

El mundo debe incrementar de manera drástica y urgente sus objetivos para reducir aproximadamente otra cuarta parte las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero previstas para 2030 y tener alguna posibilidad de minimizar el cambo climático, señaló hoy ONU Ambiente dar a conocer su informe anual sobre la disparidad en las emisiones.
Este Informe publicado en la entrada en vigor del Acuerdo de París, se reveló que se prevé que las emisiones alcancen en 2030 entre 54 y 56 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente, muy por encima del nivel de 42 necesario para poder limitar el calentamiento global a 2 °C en este siglo. 
Una gigatonelada equivale aproximadamente a las emisiones generadas por todo el transporte de la Unión Europea (incluido el aéreo) durante un año. 
Los científicos coinciden en que limitar el calentamiento global a menos de 2 °C en este siglo (en comparación con los niveles preindustriales) reducirá la probabilidad de que se registren tormentas más intensas, sequías más prolongadas, el aumento del nivel del mar y otros efectos climáticos. Incluso si se alcanzara el objetivo inferior de 1.5 °C, dichos efectos disminuirían, pero no llegarían a eliminarse. 
Las emisiones previstas para 2030, aun en el caso de que se implementen plenamente los compromisos de París, abocarán al mundo a un aumento de las temperaturas de entre 2.9 y 3.4 grados durante este siglo. Esperar unos años más antes de incrementar el nivel de ambición probablemente equivaldrá a perder la oportunidad de cumplir la meta de 1.5 °C, a acrecentar el dominio de la tecnología con elevadas emisiones de carbono y a aumentar el coste de una posterior transición mundial a emisiones más bajas.
Erik Solheim, Director Ejecutivo de ONU Ambiente, declaró que estamos avanzando en la dirección correcta: el Acuerdo de París ralentizará el cambio climático, como lo hará la reciente Enmienda adoptada en Kigali para reducir los hidrofluorocarburos (HFC). Ambos muestran un compromiso firme, pero siguen sin ser suficientes si pretendemos tener la posibilidad de evitar un grave cambio climático.
Añadió que “si no empezamos a tomar medidas adicionales hoy mismo, comenzando por la próxima reunión sobre el clima que se celebrará en Marrakech, habremos de lamentar una tragedia humana que es evitable. El creciente número de refugiados climáticos afectados por el hambre, la pobreza, la enfermedad y el conflicto constituirá un constante recordatorio de nuestro fracaso. La ciencia nos indica que debemos avanzar mucho más rápido”.
 La necesidad de adoptar medidas urgentes se ha visto reforzada por el hecho de que 2015 fue el año más caluroso desde que empezaron a recopilarse datos climáticos. La tendencia continúa, y los seis primeros meses de 2016 han sido los más calurosos jamás registrados.  Sin embargo, declara el informe, las emisiones siguen aumentando.
La Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal auspiciado por ONU Ambiente, aprobada el mes pasado, aspira a reducir el uso de los HFC. Los primeros estudios indican que la enmienda podría reducir la temperatura otros 0.5 grados si se implementara plenamente, aunque las emisiones no empezarían a reducirse a un ritmo significativo hasta 2025. 
Asimismo, aunque en conjunto los miembros del G20 se encuentran en vías de cumplir los compromisos climáticos asumidos en Cancún para 2020, dichos compromisos no son suficientes de cara a crear un punto de partida lo bastante ambicioso como para alcanzar el objetivo relativo a la temperatura previsto en el Acuerdo de París.
No obstante, el Informe sobre la disparidad en las emisiones presenta una evaluación de las tecnologías y oportunidades dirigida a identificar las nuevas reducciones requeridas, en especial a través de los actores no gubernamentales, la aceleración de la eficiencia energética y la interacción con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La eficiencia energética es otra esfera donde la inversión podría aportar mayores beneficios. Las inversiones en eficiencia energética aumentaron en un 6%, alcanzando los 221.000 millones de dólares de los Estados Unidos en 2015, lo que indica que ya se están tomando medidas.
Los estudios muestran que, para una inversión de entre 20 y 100 dólares de los Estados Unidos por tonelada de dióxido de carbono, los potenciales de reducción de las emisiones asociados a la eficiencia energética (en gigatoneladas) de aquí a 2030 son de 5.9 para el sector de la construcción, 4.1 para el sector industrial y 2.1 para el sector del transporte. 
Un informe reciente publicado por la Coalición de 1 Gigatonelada muestra que los proyectos sobre energía renovable y eficiencia energética implementados en los países en desarrollo entre 2005 y 2015 reducirán en casi media gigatonelada las emisiones de aquí a 2020, incluidas las medidas emprendidas por los países que no se han adherido formalmente a los compromisos de Cancún. 
Por último, la acción climática está interrelacionada con los ODS. Los primeros efectos del cambio climático pueden socavar nuestra capacidad de cumplir los objetivos para 2030, y el incumplimiento de los objetivos de la acción climática tendrá consecuencias aún mayores con vistas a mantener el progreso del desarrollo más allá de 2030. 

Implementar con éxito el Acuerdo de París y la agenda de los ODS dependerá de la capacidad de los gobiernos nacionales para desarrollar metas nacionales que favorezcan las oportunidades comunes al tiempo que se aprovechan de ellas.