La tributación al patrimonio inmobiliario – específicamente el impuesto
predial – tiene gran potencial de mejorar la salud fiscal municipal de los países latinoamericanos, reducir la desigualdad, y
contribuir al mejoramiento de condiciones y la regularización de asentamientos informales en sus ciudades, detalla el libro publicado por
el Instituto Lincoln -Estados Unidos- de Políticas de Suelo. Sin
embargo, el libro, Sistemas del Impuesto predial en América Latina y el
Caribe, editado por Cláudia M. De Cesare, reconoce que este instrumento ha
sido pobremente explorado como fuente de ingresos.
En promedio, el impuesto representa solo el 0.33 por
ciento del PIB en América Latina, comparado con más del 4 por ciento en el
Reino Unido y un promedio de casi 2 por ciento en los 35 países en la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La baja tributación al
patrimonio inmobiliario en la región se debe en
parte a debilidades administrativas que, además de limitar la capacidad del
impuesto de generar ingresos, producen inequidades e ineficiencias.
A pesar de estos desafíos, hay una gran
variación en el desempeño del impuesto predial en la región. Algunos países y
municipios han mostrado avances significativos, como la introducción de
observatorios de valores para el monitoreo del mercado inmobiliario, la
modernización de los catastros, el establecimiento del enlace entre el área de
catastro y el registro público de inmuebles, el uso de sistemas de información
geográfica (SIGs), la aumentación del proceso de recaudación y cobro, y la
revisión del marco legal del impuesto predial.
A través del análisis de las características y el desempeño del impuesto
predial en 9 países latinoamericanos, con particularidades sobre decisiones
fiscales y gestión del impuesto en más de 200 jurisdicciones, Sistemas del impuesto predial en América Latina y el Caribe destaca avances,
lecciones y obstáculos legales, jurídicos y técnicos que deben ser enfrentados.
El libro puede servir de base
para implementar reformas y revisiones al impuesto predial en países,
provincias y municipalidades en toda la región.
Con contribuciones de 8
autores de diversas naciones –Argentina,
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Perú y Uruguay– el
libro contiene las siguientes conclusiones y recomendaciones importantes, entre
otros:
Hubo avances significativos en la importancia del
impuesto como fuente de ingresos durante la última década en países como Costa
Rica, Ecuador y Guatemala, así como crecimientos más moderados en Perú y
Colombia.
Típicamente aquellos municipios con mayor población
y más desarrollados son responsables por gran parte de la recaudación del
impuesto predial en sus países.
Municipios más pequeños y/o con baja capacidad
institucional necesitan más apoyo gubernamental para aumentar la eficiencia en
la gestión tributaria. Se puede establecer asociaciones intermunicipales para
reducir el costo de actividades y propiciar que los mismos municipios menores
se beneficien de avances tecnológicos.
En pocos casos los municipios poseen el derecho de
establecer las tasas, indicando bajo nivel de autonomía fiscal municipal.
Aumentar la autonomía municipal es una reforma fiscal pendiente.
El autoavalúo, declaración del valor de un inmueble
por su propietario, frecuentemente resulta en una estrategia preliminar
eficiente para superar deficiencias catastrales y ampliar la base de inmuebles
tributables. El mecanismo ha sido usado en Colombia, Guatemala y Perú.
Hay más motivación para el fortalecimiento del
impuesto predial cuando se impone a nivel local porque el impuesto proporciona
beneficios regulatorios a los municipios. Por ejemplo, el impuesto puede
asistir a los municipios en promover la racionalidad en el uso y ocupación de
la tierra, combatir la especulación inmobiliaria, recuperar plusvalías
generadas por la inversión pública, y contribuir al reconocimiento y
regularización de los asentamientos informales.
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