De acuerdo a la especialista Karen Janett Carranza J., acotamientos
presupuestales podrían afectar gravemente programas y acciones importantes de
regulación de plomo y otros contaminantes tóxicos que ponen en riesgo las vidas
de los estadounidenses por envenenamiento.
Lo anterior, a
pesar de que la propuesta de Donald Trump de reducción del 31% al presupuesto
de la EPA –organismo de control ambiental estadounidense- fue rechazada y
solamente se aprobó menos del 1%; sin embargo, esta agencia está cerca de
enfrentar la asignatura más baja que haya tenido en 40 años.
Una iniciativa de
gran relevancia para la salud de la población es la de los ‘Superfondos’; que
es utilizada en casos de contingencias ambientales y además permite rescatar
ciudades abandonadas, rellenos sanitarios y depósitos militares que están contaminados
por residuos tóxicos y otros contaminantes relacionados con mayores riesgos de
ocasionar cáncer. Este fondo, sufriría un recorte de 330 millones de dólares a
los 1.1 billones que se asignan anualmente.
Dentro de esta
iniciativa, también se pretende reducir en un 30% el programa Brownfields, que provee de ayuda
financiera y técnica en los procesos de reutilización de sitios contaminadas,
los cuales eventualmente reditúan en actividades comerciales. Existen más de
1,330 sitios identificados como peligrosos por su nivel de toxicidad.
Cabe destacar que
además de reutilizar estos sitios, una arista muy importante es que las
personas que se integran a las actividades de recuperación reciben
capacitaciones ambientales relativas al manejo de residuos peligrosos.
Otra reducción
relevante corresponde a los 498 millones de dólares que se retirarán del
Programa de Cofinanciamiento para la Distribución de Agua y Tratamiento de
Aguas Residuales. Este programa se encuentra dentro del Departamento de
Agricultura y es crítico para la salvaguarda de agua potable para las
comunidades con una población menor a 10 mil personas.
Sin este programa,
se corre el riesgo de que las regulaciones para este rubro sean incumplidas y
la gente beba agua que no cumple con los estándares de sanidad. Esto
representaría un inminente riesgo en la salud de muchos latinos, que podrían
estar bebiendo agua con altos niveles de plomo y otros contaminantes.
Aunado a esto, la
EPA sufrirá un recorte de 129 millones de dólares que anualmente son destinados
a la oficina que se ocupa de aplicar las regulaciones sobre las violaciones a
los estándares de calidad del agua potable. Antes de contar con esta reducción,
la EPA ha sido capaz de atender únicamente el 11% de las 8 mil infracciones a
las regulaciones de los niveles de plomo y cobre que fueron reportadas en el
último año. Existirá un 30% de recorte a las aportaciones para que los estados
puedan atender asuntos de limpieza de plomo.
Por otra parte,
124.4 millones de americanos serán afectados por la reducción a los
presupuestos enfocados al cuidado y monitoreo nacimientos de agua y corrientes
alimentadas por lluvias de temporal que sirven como fuentes de agua potable.
Más de 45 millones
de personas dentro de los 10 estados con mayor población de latinos se
encuentran en estado de vulnerabilidad relativo a la procuración de agua limpia
libre de plomo, cobre y otras sustancias tóxicas.
La reglamentación
en los Estados Unidos permite que se registre un nivel máximo de plomo en la
sangre de 10 unidades por cada centilitro, sin embargo, se sabe que ningún
nivel de plomo es seguro en la sangre. El plomo es una neurotoxina que daña el
coeficiente intelectual de los niños en desarrollo y que por consecuencia,
afectará sus capacidades en su futuro como adultos.
Más de medio
millón de niños a lo largo de los Estados Unidos que viven en condiciones
paupérrimas tienen niveles elevados de plomo en la sangre, que proviene
principalmente de pinturas y tuberías. El presupuesto Trump pretende cortar de
tajo programas que datan desde mediados de los 1970 y están enfocados a regular
los niveles de plomo.
Finalmente, la
Oficina de Justicia Ambiental de la EPA será otra de las grandes afectadas,
pues se pretende cerrar en su totalidad, representado otro golpe bajo para los
estadounidenses. Este departamento ha dedicado sus esfuerzos a capacitar
principalmente a trabajadores latinos de las granjas para que aprendan a
proteger a los niños de pesticidas, además de hacerles entender las políticas
relativas al agua potable y promover su compromiso en la toma de decisiones en
torno a ellas. Los grupos más vulnerables, las comunidades más pobres, quienes
alimentan al país a través de la producción de alimentos, serán los más
afectados.
Un recuento de las
acciones de la EPA durante el 2016, respecto a la protección de la salud
pública y la sanción a quienes contaminan, puede ser de mayor utilidad
para entender por qué una agencia como ésta es tan importante y lejos de sufrir
recortes presupuestales, necesita asignación de mayores recursos:
13,500
inspecciones y evaluaciones realizadas.
1,308 sanciones
bajo los estatutos de las Leyes de Agua Limpia y Agua Potable Segura
62 billones de
libras de residuos peligrosos que las compañías tuvieron que tratar.
190 millones de
yardas cúbicas de tierra y aguas subterráneas que han sido aseguradas para su
atención. Eso representaría llenar el edificio del Empire State más de 138 veces.
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