De acuerdo a una
investigación de Karen Janett Carranza Jiménez, de la organización LatInformation,
la administración de Donald Trump anunció oficialmente la reducción de los
Monumentos Nacionales Bears Ears y Grand Staircase-Escalante, dos de los más
importantes y emblemáticos sitios de Reservas Naturales y Culturales en los
Estados Unidos.
Estos espacios sentaban precedentes en cuanto a la
protección de sitios naturales y culturalmente relevantes, ya que fueron
designados bajo la Ley de Antigüedades y son legados de Barack Obama y Bill
Clinton. La reducción del área protegida de estos lugares pone en riesgo el
manejo controlado de los recursos naturales de la región, así como los legados
de patrimonio cultural y espiritual que en ellos residen.
El presidente Trump aprobó la reducción de Bears
Ears en un 84%, disminuyéndola de 1.4 millones de acres a 220 mil, en tanto que
Grand Staircase-Escalante perdió el 52% de su protección, pasando de 1.9
millones de acres, a tan sólo 1 millón.
Al oficializar esta reducción públicamente, Trump
argumentó que “administraciones pasadas han abusado del propósito, espíritu e
intención de una ley centenal conocida como la Ley de Antiguedades. Esta ley
requiere que únicamente el área más pequeña y necesaria sea aislada para
protección especial como monumentos nacionales. Desafortunadamente previas
administraciones han ignorado los estándares y utilizado a la ley para bloquear
cientos de millones de acres de tierra y agua bajo un control estricto del
gobierno”.
El cese a la protección de estos importantes
Monumentos Históricos es respaldado por una minoría que está principalmente
conformada por empresarios, quienes han mostrado un interés concreto en
realizar actividades extractivas de combustibles fósiles y minería.
Sin embargo, la mayor parte de la población
afectada por estas decisiones, ha solicitado reiteradamente la protección de
las zonas, al tiempo que ha manifestado su inconformidad por la decisión de
aminorarlas.
Basta recordar que Bears Ears fue promulgada ante
la petición que 5 naciones indígenas hicieron a Barack Obama, apoyándose en su
soberanía y argumentando los vínculos históricos, espirituales y culturales que
existen en el Monumento Nacional. En el caso de Grand Staircase-Escalante, que
representa un sitio importante para los hispanos, más de 2.8 millones de
comentarios públicos apoyaron la decisión, cuando se llevó a cabo la
promulgación.
Como muestra de la inconformidad ante este golpe
bajo a los distintos grupos étnicos, el Activista Nativo Americano Fawn Douglas
expresó que “el Mes de la Herencia Nativa Americana cierra y el presidente
Trump le da un giro inmediato al aprobar los planes para remover protecciones a
miles de acres de tierras públicas, especialmente significativas para las
comunidades Nativas - sin nuestros comentario, sin nuestro consentimiento, sin
importarle nada. Aunque me siento profundamente decepcionado y entristecido por
este anuncio, no es sorpresivo”.
Por su parte, Adrianna Quintero, Directora Ejecutiva de Voces Verdes dijo que “remover
las protecciones de más de 2 millones de acres de tierras públicas en el Oeste
Americano es un despilfarro que irá a las extracciones petroleras y mineras
privadas. Una vez más, Trump y su equipo han puesto los intereses corporativos
sobre los intereses de los estadounidenses.”
En respuesta inmediata a este suceso, Michael
Brune, Director Ejecutivo de Sierra Club, también emitió su posicionamiento
indicando que “una vez más, la administración Trump ha vendido al público
estadounidense y sus lugares especiales, solo para beneficiar a la élite de los
combustibles fósiles. No podemos permitirnos dejar a merced de las industrias contaminadoras
las protecciones de los lugares indígenas sagrados, los parajes de especial
significado histórico para los hispanos, los destinos turísticos naturales y
las maravillas de la Naturaleza”.
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