La
regidora del municipio de Ensenada, Baja California y representante de la
Cooperativa de Pescadores de Calamar, Bertha Martínez Villalobos, comentó a
este reportero que la acuacultura es un eslabón esencial para que el sector
alimentario nacional crezca con respeto a la salud de los mares.
Declaró
que la Sistema Nacional Producto Calamar, tiene afiliaciones en Sonora,
Sinaloa, Baja California y Baja California Sur, en donde buscan respetar la
sustentabilidad marina fomentando el uso de nuevas tecnologías en pequeñas
embarcaciones para que esta industria sea motor de desarrollo social.
“La
ONU ha dicho que no se puede apostar todo a los mares; sino ver a las aguas
interiores, ya que la pesca libre de los océanos en sus pesquerías está
sobrexplotada y la cantidad de peces atrapados va a la baja. No sólo por pesca
irracional; sino que se aprecia que el Cambio Climático ha provocado que las
especies sean menos reproductivas”, dijo.
El
Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) subraya que 16% de las
pesquerías mexicanas están sobreexplotadas, mientras que 67% son explotadas a
su capacidad máxima. Se estima que por cada 10 kilogramos vendidos de pescado
legal, existen 6 kilogramos comercializados de pesca irregular.
Siendo
un objetivo central el laborar para que la pesca sea tecnificada; ser
selectivos en la captura; no atrapar especies aledañas a los mariscos; no
contaminar los mares; ya que infinidad de barcos de pesca de gran calado arroja
sus desechos de redes, plásticos, desechos de pesca incidental, etc., provocando
que los pescadores mexicanos busquen tener mejores tecnologías en sus
embarcaciones como son los monitores satelitales.
Explicó
que “hemos implementado una bitácora electrónica en los celulares y se tengan
mediciones exactas de las cantidades de pesca en sus barcos; logística en el
proceso de los peces; geolocalización de bancos de peces, etc.
Cabe
recordar que la basura que se arroja a los mares afecta negativamente a más de
800 especies animales y causan serias pérdidas para las economías de muchos
países, indica el reporte Marine Debris: Understanding, Preventing and
Mitigating the Significant Adverse Impacts on Marine and Coastal Biodiversity del
Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), señalando que el número de
especies afectadas por los desechos marinos ha aumentado de 663 a 817 desde
2012.
La
Ingeniera en biología, reconocida por la Presidencia del país por el fomento a
la pesca sustentable y el respeto a los derechos humanos de los pescadores,
expuso que existen 1,200 embarcaciones menores que atrapan el mariscos en el
Golfo de California, que es una pesca de oportunidad por una corta temporada
del año, porque especies como el calamar, son muy móviles y se le debe permitir
una reproducción adecuada.
Recordó
que esta pesca de oportunidad hace prioritario entender el mercado de mariscos,
ejemplificó el caso del calamar gigante mexicano que tiene mercado en China,
Japón, Estados Unidos, Perú y España, que capta el 60% de su captura. “Debe
haber equilibrio y no pescar más de lo que pide el mercado”.
El
estudio Pesquerías. ¿Mientras duren los cardúmenes?, de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) plantea que el verdadero problema
de las pesquerías tradicionales es el de la sustentabilidad, y que este conflicto
implica más que equilibrar oferta y demanda con el medio ambiente, y puede
resumirse como el manejo responsable para garantizar que el abasto de pescado
continúe y, al mismo tiempo, que las pesquerías puedan contribuir al desarrollo
social de las comunidades pesqueras.
Por
su parte, el Dr. En Biología y experto en tiburones, Mauricio Hoyos, declaró a
este reportero que la biodiversidad marina en México tiene graves padecimientos
por extinciones, contaminación y pesca ilegal.
Ejemplificó
que zonas como son las Islas de Revillagigedo, en Baja California, se padece
por pesca ilegal de atún, que merma las poblaciones de diversas especies.
Lamentó
que las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) marinas no se respetan, pues la
Secretaría de Marina (SEMAR) está más ocupada en cuidado de los humanos y menos
protege a las islas y sus peces.
Citó
que la pesca ilegal ha provocado que el tiburón martillo ha bajado en casi un
90% su población, debido al fomento de la sopa de aleta de tiburón martillo.
El
Consejo Mexicano de Promoción de los
Productos Pesqueros y Acuícolas, A.C. (COMESPECA), informó que
el consumo anual per cápita de pescado del mexicano es de 12 kilogramos,
porcentaje que se busca crezca manteniendo la sustentabilidad marina.
Finalmente,
Gerardo Alatorre, profesor investigador de la Universidad Veracruzana indicó a
EFE que los océanos mexicanos no tienen una política de conservación adecuada.
“Ejemplo de ello, dijo, es Veracruz en donde escurre una tercera parte del agua
que atraviesa el país y que está muy contaminada en los ríos Coatzacoalcos y
Blanco que vierten todos sus desechos y contaminantes en el Golfo de México”.
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