Unilateralmente y sin consulta previa, la Comisión
Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) publicó en el Diario Oficial de la
Federación el viernes 10 de abril el acuerdo por el que se establece una zona
de refugio pesquero de tan solo dos años así como medidas para reducir la
captura incidental de tortugas marinas en las pesquerías del Golfo de Ulloa, el
cual además posterga para el siguiente año medidas de protección que estarán
sujetas a discrecionalidad por parte de la autoridad.
Ello fue denunciado por el Centro Mexicano de
Derecho Ambiental (CEMDA), informando que el acuerdo, establece la prohibición
de redes de pesca en la el área de distribución de la tortuga caguama del Pacífico
norte, y en su temporada de mayor concentración en las costas mexicanas con el
fin de reducir las capturas incidentales, posterga dicha prohibición
hasta mayo del 2016. Es decir, en este año, (primer año de vigencia del
acuerdo) no se aplicarán las prohibiciones durante la época de alimentación y
mayor concentración, y por ende en la que más tortugas mueren ahogadas en las
redes y palangres.
Las tortugas caguamas caen presa y mueren ahogadas
en las redes agalleras y los palangres todos los años cuando se conjunta su zona
de alimentación con las zonas de la pesca ribereña. Este problema en el que
fallecen cientos de tortugas anualmente ocurre principalmente durante el verano
y ha sido documentado por científicos nacionales y extranjeros, así como por
autoridades de la SEMARNAT y CONAPESCA.
Este "acuerdo" se publica a unos días que
se cumpla el plazo (1 de mayo) para que el gobierno mexicano demuestre a
Estados Unidos que se está dando una protección para las tortugas
equiparable con la legislación del país del norte. Sin embargo con estas
medidas no se cumple con lo anterior, por lo que con ello la Conapesca sigue
alentando un embargo pesquero en contra de nuestro país.
Dentro de las disposiciones del acuerdo también se
permite la captura hasta de 90 tortugas al año, en contraste con lo dispuesto
por Estado Unidos para la flota de Hawaii, que no permite más de 34 tortugas
muertas. Además esta medida legaliza la afectación a estas especies
consideradas en peligro de extinción, ya que en México la captura de todas las
especies y subespecies de tortugas marinas fue prohibida de forma total y por
un periodo indefinido de tiempo desde 1990.
Cabe señalar que el "acuerdo" nunca
estuvo a consulta pública ni fue sometido ante la Comisión Federal de Mejora
Regulatoria (COFEMER), violentando los derechos a la consulta previa e
informada y transgrediendo la Ley Federal de Procedimiento Administrativo.
En comunicado de prensa se puntualizó que estas
"disposiciones del refugio pesquero apuntan más a ser una simulación que
una medida de conservación. Con una vigencia de tan solo dos años y con la
entrada en vigor de las medidas 6 meses después de la publicación, resulta ser
un refugio de año y medio de duración, y por lo tanto de una sola temporada de
pesca importante durante el verano del 2016. Si ya hicieron el esfuerzo de
publicar el acuerdo del refugio pesquero, ¿qué les costaba hacerlo bien con
disposiciones permanentes para evitar la captura de tortugas todos los años?
Claramente la CONAPESCA solo quiere "taparle
el ojo al macho" a las autoridades estadounidenses para evitar un embargo,
y no le importa la conservación de una especie en peligro de extinción"
dijo Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de
México.
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