Desde principios de la última década
del siglo pasado, o quizá antes, los científicos han estado advirtiendo sobre
la inminente amenaza del Cambio Climático (CC) y las posibles consecuencias de
la inacción; hoy se llegó a un punto en el que ya no solo se debe trabajar para
prevenir y revertir este problema, sino también prepararse para enfrentar los
posibles impactos que pueda tener en las sociedades.
“El problema del Cambio Climático es algo de lo que
tenemos que estar hablando en todos lados, no es posible que no estemos en
todas las universidades, en todas las escuelas, en todos los trabajos viendo
cómo podemos actuar o cómo podemos adecuar nuestras actividades al nuevo contexto
global”, dijo María Amparo Martínez Arroyo, Directora General del Instituto
Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), organismo del gobierno
mexicano.
Agregó que el CC no puede solo ser abordado desde la
parte científica, ya que sus causas y consecuencias son fundamentalmente
socioeconómicas. “No hay una sola fórmula, tenemos que concentrarnos en todos
los problemas porque están todos interrelacionados”, opinó la directora del
INECC.
Al respecto, José Sarukhán, ex rector de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reafirmó que el Cambio Climático
se convierte, inclusive, en un problema personal porque es un problema social.
“Los primeros indispensables para actuar en este sentido somos cada uno de nosotros”. Pero, ¿qué sucede cuando las personas no
logran relacionarse personalmente con este problema, cuando no se sienten
responsables directos?
Más allá de la conciencia que cada persona pueda
desarrollar sobre su impacto personal en el clima, y los cambios que hagan en
su rutina, comenzando por la dieta hasta la disminución del consumo de
desechables y combustibles fósiles, lo cierto es que revertir el problema no le
corresponde solo a los individuos de a pie.
Cada país debe de comprometerse a reducir sus
emisiones desde el punto de vista industrial, ya que el consumo de combustibles
sólidos es la causa principal del problema. Para ello, existen acuerdos
internacionales, como el Acuerdo de París o la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático, que incluyen a países desarrollados y en vías
de desarrollo por igual, y que están encaminados a ver esto como lo que es: un
tema global, declaró.
Por su parte, el ganador del premio Nobel, Mario
Molina, señaló que uno de los problemas principales en esta materia es que
aunque la ciencia advierte que seguir emitiendo gases de efecto invernadero,
como lo hacemos hoy en día, implicaría un posible aumento de temperatura, es
difícil hacer proyecciones exactas para finales de siglo.
“Creo que es muy importante seguir promoviendo la
innovación y el desarrollo tecnológico porque eso hace que ya no sea necesario
hacer sacrificios (…). Muchas empresas ya están colaborando pero se tiene que
hacer de una manera creativa, de tal forma que mantengamos la calidad de vida
que tenemos. Eso se puede hacer, es un cambio cultural en el que sobre todo
tenemos que convencer a los líderes del gobierno”, advirtió el Premio Nobel.
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