Para
dar
a conocer el proceso de producción del café desde la cosecha hasta
su comercialización, así como los beneficios de su cultivo bajo
sombra para el medio ambiente y la sociedad, en el estado de Chiapas,
en la frontera sur de México, la Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)
dio a conocer el estudio “Bosques, selvas y cafés de Chiapas”,
el cual señala que Chiapas es el mayor productor de café en el
país, seguido por Oaxaca y Veracruz, por lo que la relación entre
su producción y la conservación del ecosistema en el que se
desarrolla es fundamental.
Así
mismo, la entidad alberga una gran diversidad biológica que desde
tiempo atrás se ha visto impactada por el cambio de uso de suelo que
ha transformado bosques y selvas en áreas destinadas a la
agricultura y la ganadería.
Cabe
mencionar que los espacios naturales que dan cobijo a los bosques y
selvas chiapanecos también albergan diversas e importantes
plantaciones de cafetos conocidos como cafetales de sombra.
En
el mundo existen más de 100 especies de cafetos, para la producción
de la exquisita y suavemente estimulante bebida del café, solo se
emplean dos, la del tipo arábiga y la del tipo robusta, ambas
presentes en la región chiapaneca. Aquí, las plantaciones de café
coinciden con la ubicación de sus bosques en las zonas montañosas,
sobre todo con las selvas húmedas altas, medianas y bajas, el bosque
de pino-encino y el bosque mesófilo de montaña; este último,
considerado uno de los ecosistemas de mayor riqueza biológica de
México.
Las
plantaciones de café de sombra albergan gran diversidad de flora y
fauna al conservar árboles y arbustos que forman parte de los
bosques nativos. Desde la hojarasca a nivel del suelo hasta las copas
más altas de los árboles, los cafetales de sombra contribuyen a
preservar miles de especies (plantas, vertebrados, insectos,
invertebrados de los suelos, hongos y bacterias) muchas de ellas
endémicas de México. Además, cuando
el cafetal está inmerso en bosques o selvas conservadas, la
diversidad de aves, hormigas, arañas, mariposas y reptiles aumenta.
En cambio, si los cafetales están rodeados de zonas agrícolas o
ambientes fragmentados, la diversidad y abundancia de estas especies
disminuye considerablemente.
En
México, más de 90% de la superficie cultivada con café se
encuentra bajo sombra de bosques con una gran diversidad de especies.
Lo anterior, además de contribuir a conservar la biodiversidad,
provee servicios ambientales vitales para la sociedad, como la
conservación del suelo y su captación y retención de agua y
nutrientes, la regulación del azolve de los ríos y la mitigación
del cambio climático.
Por
ello, este estudio destaca la importancia de valorar al cultivo de
café de sombra y a sus sistemas de producción desarrollados con el
propósito de conservar la biodiversidad. Además es un merecido
reconocimiento a la labor de los cafeticultores que producen café
bajo sombra de los bosques con gran diversidad de especies,
contribuyendo así a la conservación de los bosques y selvas
chiapanecos.
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